Bueno, gentecilla... este va para Karol, que se lo merece, que mañana se levanta pronto y necesita algo que la anime... Besote, espero que te guste ;) Y, al resto, gracias por leer mi fic y, nada, que me alegro de que os guste y que lo disfrutéis. :D
Besos
7.
"I'll be there for you".
Lane intentaba mirar hacia otro lugar para que ni Tom ni Sophie ni Dougie se enterasen de que estaba a punto de llorar, pero Tom se dio cuenta y decidió esperar a estar a solas con ella, para hablar.
Estuvieron en el salón hasta que Tom se levantó diciendo que iba a preparar la cena:
-Lane, ¿me acompañas?
Ella le miró y se dio cuenta de que era una de esas miradas que querían decir: "Ven, que tenemos que hablar". Asintió y se levantó. Dougie miró a Tom y dijo, bromeando:
-Cuidado con lo que haces, chaval, o nos veremos después de clase.
Tom levantó los brazos y se fue a la cocina gritando como una chica, fingiendo estar asustado. Lane le siguió sabiendo que él sí se había dado cuenta.
Cuando llegó a la cocina, vio a Tom apoyado en la encimera y, del otro lado, una banqueta, de manera que quedasen en frente. Lane se sentó y él, mientras tanto, la miraba arqueando las cejas. Al ver que no decía nada, intentando librarse, dijo:
-Bueno, ¿me vas a contar lo que te pasa?
Lane estaba mirando al suelo y jugueteando con una pelotita que había en la encimera.
-Cuando... cuando subí al baño, fui a la habitación de Dougie a mirar si me había llamado alguien. Y había un mensaje de James- contestó mirándole.
-¿Y?, ¿qué ponía?- la instó él.
Ella miró el suelo un momento y, luego, a él y contestó:
-Que si ya había pensado lo de cortar con él. Pero tengo miedo de que- hizo una pausa para mirarle y continuó-: me haga algo o de que averigüe que estoy aquí y le haga algo a Dougie.
Le miraba con lágrimas en los ojos, él fue a su lado y la abrazó, mientras le acariciaba él cabello. Ella apoyó la cabeza en su hombro y susurró, abrazándole:
-Si... si le pasa algo a Dougie, yo... yo me muero, en serio.
Él la abrazó más fuerte y contestó:
-Lo sé, lo sé. Pero no le va a pasar nada, aunque creo que deberías decírselo.
Se separaron, le secó las lágrimas y ella, después de pensar lo que había dicho Tom, asintió. Tom se frotó las manos en los pantalones y le dijo:
-¿Pedimos pizza o comida china?
Ella sonrió y contestó:
-Mmm... ¿Pizza y helado?
Él le devovió la sonrisa y asintió, cogiendo el teléfono y haciendo el pedido. Después, volvieron al salón abrazados, con Dougie mirándoles.
-Tendremos que vernos después de clase, tío- dijo Tom.
Lane se sentó de nuevo en las piernas de Dougie y se rió, besándole. Danny y Harry, que tenían hambre, les miraron y dijeron:
-¿Y la cena?
-Hemos pedido pizza y helado- contestó Tom sonriendo.
Danny contestó:
-Bueno, entonces, ¿hay algo para picar?
Les miró de uno en uno y cuando detuvo la mirada en Sophie ella sonrió y levantó una ceja, él le devolvió la sonrisa y, cuando llegó la comida, fue el primero en coger un trozo de pizza y hacerlo desaparecer y puso una cara de: "Huummm, comida". Cuando las pizzas se terminaron, Lane cogió su buen cazo de helado y comió, mientras los demás la miraban con cara de: "Joder, ¡cuánta comida!". Se fueron todos a la cama y Danny se quedó en la suya esperando a Sophie, que subía en silencio por las escaleras y se dirigía a la habitación de Danny. Él miraba la puerta que, de repente, se abrió dejando ver a Sophie con un camisón rojo y corto. Se levantó de la cama invitándola a pasar y dijo:
-Te estaba esperando.
Ella cerró la puerta, sonrió y contestó:
-¿Ah, sí?
Danny se acercó a ella, la abrazó por la cintura y la besó, mientras susurraba:
-Sí, pero ya estás aquí y, después, no querrás volver a salir.
Ella le cogió suavemente por el cuello y, mientras jugueteaba con el lóbulo de su oreja entre sus labios, contestó:
-No, tú no querrás que me vaya.
Danny sonrió y, besándola, la tumbó en la cama y se tumbó encima procurando no hacerle daño. Los besos, poco a poco, se fueron haciendo más apasionados. Sophie le quitó la camiseta y, mirando su desnudo abdomen, la tiró al suelo. Danny le besaba el cuello, mientras acariciaba la pierna llevando con ella el camisón hacia arriba, hasta su cintura, entonces, le sacó el camisón, mientras ella desabrochaba su pantalón y lo tiraba al suelo. Danny la besaba, mientras ella jugueteaba con su pelo, él acarició su espalda hasta el sujetador y, en milésimas de segundo, lo hizo desaparecer. Fue bajando por su cuello hasta y, con la boca, jugueteba con sus pechos, mientras ella agarraba su pelo y notaba cómo su respiración se volvía más agitada. Danny le quitó las bragas y ella, alternando lengua y beso, fue bajando por su abdomen hasta que llegó a sus calzoncillos. Se los quitó y miró a Danny, que sonreía, mientras ella se la metía en la boca y, con su lengua, jugueteaba con ella. Después, Sophie le pusó un condón y le besó apasionadamente. Danny la cogía por la cintura, mientras ella le hacía suyo. Sus juegos duraron gran parte de la noche, hasta que físicamente no podían más. Se tumbaron en la cama y él la rodeó con un brazo en el cuello y el otro en la cintura. Ella le miraba sonriente y él, besándole detrás de la oreja, susurró:
-Tenías razón, después de esto, no quiero que te vayas.
En la habitación de Dougie...
Mientras Sophie y Danny se lo pasaban bien, en la habitación de Dougie Lane y él hablaban. Ella le había contado lo del mensaje de James y él la había abrazado fuertemente y le había dicho:
-No te preocupes, no va a hacerte nada. No dejaré que lo haga.
Le besó suavemente los labios y ella sonrió. Pero esas palabras bonitas no bastaban para tranquilizarla:
-Sí, pero ¿qué vamos a hacer para que no pase nada?
Él la miró pensando algo útil que hacer, entonces, contestó:
-Ven aquí una temporada. Él no sabe dónde vivo, no te va a encontrar. Sólo hasta que te deje en paz. Luego, si quieres, te vas con tus padres. ¿Qué te parece? ¿Sigo siendo un rubio inútil?
Ella sonrió y le besó:
-Sí, lo sigues siendo. Pero me gustan los tontos como tú.
Él le beso el cuello y ella sintió su cálida respiración atravesarle el corazón. Y pensó: "Todo estará bien". Su sujetador caía al suelo y sentía sus cálidas manos acariciando sus pechos. Ella le besó y dejó de pensar en James, en el mensaje, en sus padres y en todo lo que podría preocuparla un segundo atrás. Ahora, sólo estaban ella y Dougie envueltos por la pasión y el deseo, volando entre caricias y besos robados con el permiso de su dueño. La hizo suya y, por un momento, el tiempo se paró para dejarles disfrutar de una noche de amor y llamas.
cada capitulo me engancha mas, en serio me encanta!
ResponderEliminarEscribes como nadie enserio me encanta! continua porfavor :D
ResponderEliminarwoow! xfaa sigue escribiendo asi! soi fan d tu novela:D
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