"Sorry's not good enough"
Dougie se giró la miró y subió a su cuarto dando un portazo y dejando a Lane como una gilipollas. Gracias a esto se estaba poniendo más nerviosa aún y las costillas no le dejaban de doler. Como pudo, fue al salón y se tumbó en el sofá intentando tranquilizarse, pero ver cómo Dougie se iba y la dejaba ahi abajo, sola, le hacía llorar y sentir que las lágrimas no iban a parar. Cogió un cojín y se lo puso en la cara para no ver nada, lo único que quería era llorar tranquila. Pero en una casa con cuatro chicos eso era imposible así que decidió quedarse llorando allí hasta que uno de los tres que no estaban cabreados con ella fuese a molestarla. Entonces sintió unas impulsivas ganas de coger esas baquetas de nuevo y tocar, hacer ruido, sentirse libre de nuevo. Se levantó del sofá llorando silenciosamente, se secó la cara y subió las escaleras. Tocó la puerta de la habitación de Harry y, al no contestar nadie, entró. Entró y la vio, esperándola, llamándola, gritando su nombre y se olvidó de todo. Se acercó, se sentó y cogió las baquetas. No le hizo falta cerrar los ojos para sentir el impulso de tocar y no parar, lo primero que se le ocurría al compás de sus lágrimas, de su corazón. Todo estaba bien. No había pasado nada. Esa pelea no había existido. Sí, qué placer tocar ésa batería... Se sentía especial, liberada. Era diferente a cualquier otra experiencia. Pero, de nuevo, la interrumpieron.
Sin darse cuenta había estado llorando mientras tocaba y Tom, que pasaba por allí, la vio y entró a hablar con ella. Lane dejó de tocar y le miró sentarse en la cama de Harry, justo en frente suyo y mirarla instándola a hablar:
-Hemos discutido... hemos roto y ni siquiera estamos juntos, es penoso. Y ha sido por mi culpa. Me siento mal, Tom. Le he hecho cabrearse por una gilipollez y él tenía razón...
Lane empezó a llorar y su respiración entrecortada y nerviosa hacía que las costillas no dejasen de doler ni un segundo. Tom la miraba afligido intentando consolarla, pero parecía que lo único que la tranquilizaba era su batería.
Se levantó, dejó las baquetas en su sitio y se despidió de Tom diciendo que iba a dar una vuelta. Cogió su bolso, se puso los cascos del iPod y salió.
"Joder, Lane, qué puta manía tienes con cagarlo todo... Y esta vez has metido la pata en serio, pareces tonta. Lo eres". Con estos pensamientos y otros igual de pesimistas y con "Save You" de Simple Plan, como banda sonora transcurrió su pequeño paseo.
Cuando volvió a la casa de los chicos estaban todos sentados y esperándola para cenar, así que fue al baño a lavarse la cara y las manos y se sentó, cómo no, al lado de Dougie, que se esforzaba en no mirarla y fingir que no estaba allí. Tom se dedicaba a fingir que eso no sucedía y Harry y Danny intercambiaban miradas de curiosidad y miraban alternativamente a Lane y Dougie, como si fuesen monos de circo. En resumen: la peor cena que podrían haber tenido. Finalmente, y para evitar esa situación incómoda, cada uno se fue a su cuarto y Lane se quedó en el sofá haciendo zapping, sin mirar realmente lo que veía. Después de horas de desvelo y muchas lágrimas dcidió subir a la habitación de Dougie sigilosamente.
Con cuidado abrió la puerta y, sin hacer ruido, la cerró y entró. Se sentó en la cama y, acariciándole el pelo, lo observó dormir durante unos minutos. Se acercó a su oído y susurró:
-Doug, tenemos que hablar.
Después de unos minutos abrió los ojos y la miró:
-¿Qué pasa? ¿Vienes a ponerme de mal humor, de nuevo? ¿O sólo a reprocharme el no habértelo dicho antes?
Ella sonrió y negó con la cabeza, se acercó a él y susurró: "vengo a esto" mientras le besaba detrás de la oreja. Entonces se separó de él, le miró y le dijo:
-Tenías razón en todo lo que dijiste, perdóname. Estaba un poco sensible, lo siento.
Dougie sonrió y dijo:
-Yo tampoco habría querido que me dijeses que tenías novio desde el principio si no hubiese tenido la oportunidad de hacer esto...
Le besó dulcemente en los labios y Lane sonrió. Le besó el cuello y le quitó la camiseta, mientras sus labios recorrían todo el contorno de su abdomen. Él le quito la camiseta a Lane y le besó el cuello, mientras sus manos acariciaban su lisa y suave espalda hasta toparse con el cierre del sujetador. Pequeñas barreras derribadas y ese sujetador adornando la alfombra. Le besó el cuello y fue bajando lentamente por su pecho, mientras ella hacía desaparecer su pantalón. Poco a poco fueron desnudándose y los besos se hicieron más apasionados, y sus respiraciones agitadas bailando al compás del deseo, y sus ojos vagando por cada rincón secreto fotografiando mentalmente una noche inolvidable presa de la pasión de una reconciliación.
me encanta la historia, y me quede intrigafa te pediria por favor que continuaras *-*
ResponderEliminarah y enhorabuena :) eres una gran escritora :)
mola mucho!siguela por favor =)
ResponderEliminarwow!! kiero mas ya!
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