"And I want you in my arms".
Pov: Lane Wood
Me senté con Charlotte y me puse del lado de la ventanilla. Ella se durmió en seguida, pero yo no podía. Me puse los cascos y sonaba Young Love de Mystery Jets. En otra ocasión quizás habría cantado y todo, pero no me sentía animada para hacerlo así que me dediqué a mirar por la ventanilla y deprimirme un poquito más.
Cuando quise darme cuenta, estábamos arrastrando nuestras maletas por el aeropuerto en dirección a Maxime, Joris y Gaël, que esperaban sonrientes. Cuando les vi ahí plantados decidí hacer un pacto conmigo misma. Decidí dejar atrás con Londres, a Dougie y al resto de ralladas y empezar de cero. Tocaba intentar ser feliz. Fingí una gran sonrisa y les saludé al tiempo que íbamos hacia el coche.
-Bueno, chicos, ¿os hace noche de party hard?- propuso Gaël emocionado.
Pensé que me vendría bien una fiesta para olvidarlo todo y fui la primera en decir que sí, que por qué no. Jeremy me miró con cara de "¡Al fin!", y sonrió.
Unas horas más tarde estaba encajada en un vestido de lo más sensual, subida a unos buenos taconazos y preparada para ir de fiesta. Preparada para lo que viniese. Pero para llegar a lo que viniese necesitaba un brazo al que cogerme, que, sorprendentemente, fue el de Maxime. Le sonreí agradecida y salimos todos a las calles oscuras y mojadas de París.
Entramos a un local grande llenísimo de gente sudada y drogada. Me acerqué a la barra y pedí un whisky con soda tras otro. Después de tres bien rápidos me uní a la panda de sudados. Dejé mi pelo ondear libre, echando de mi cabeza todas mis preocupaciones, dejé el humo de un pitillo escapar de mi boca mientras mi cuerpo se movía al ritmo de música, intentando así no pensar en Dougie ni en Londres ni en nada que se le pareciese. Bebí un poco más, hasta la embriaguez y vi a un chico alto, atractivo y moreno acercarse a mí. Me rodeó la cintura con uno de sus brazos y se puso detrás de mí, bailando los dos al tiempo. Yo cogí su pelo con mis manos, apoyé mi cabeza en su hombro y cerré los ojos. Estaba un poco mareada y borracha, pero no me importó en lo más mínimo. La noche era joven aún.
-Ven conmigo- me susurró al oído.
Asentí y le cogí por la cintura para poder caminar sin caerme. Lo último que vi fue a Maxime observándome melancólicamente desde el centro de la pista. Salimos a la calle y me dejé guiar por él. Poco después estábamos los dos en una habitación. Me besó y me tumbó en la cama. Nos desnudamos y se subió encima de mí. Lo hicimos, dos desconocidos, ni siquiera sabía su nombre pero no era necesario. Me gustó. No hacía falta explicarse nada, simplemente sexo. Y más sexo, sexo toda la noche. Me tumbé sonriente a su lado y cerré los ojos. Me ofreció un cigarro. Nos miramos y me besó.
-¿Cómo te llamas?- dijo sonriendo.
-¿Acaso importa?
-No, pero es que no queda bien que tú sepas el mío y yo no el tuyo.
-Yo no sé el tuyo- dije mientras expulsaba el humo del cigarrillo.
-Antoine, ya lo sabes.
Sonreí sarcásticamente y contesté:
-Lane, ése es mi nombre.
Antoine sonrió, era muy guapo. Tenía el pelo castaño rojizo y los ojos de un color miel muy bonito. Era alto y estaba bastante bueno. Se tumbó a mi lado y me miró hasta que me quedé dormida y dejé de darme cuenta de si seguía mirándome o no.
Esa noche soñé con Dougie. Me olvidé completamente de Antoine y de que estaba con él compartiendo cama. Me olvidé de todo y recordé sólo su voz, sus ojos, su pelo, su sonrisa. Sentí sus caricias, sus brazos rodeándome, sus labios besando cada rincón de mi cuerpo y sentí lo que sentía cuando me besaba. Sentí lo mucho que dolía quererle como le quería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario