sábado, 1 de enero de 2011

23.

23.
"Time has come to say goodbye. Sun is setting in the sky, it's over, over..."


Se levantó a las nueve y media de la mañana con la certeza de haber dormido demasiado poco. Miró el móvil, pero no había ningún mensaje nuevo. Prefería no pensarlo.
Con prisa fue al baño, se lavó la cara y se enjuagó la boca, volvió a la habitación y se puso una de las camisetas de Doug, la que más le gustaba, la que llevaba cuando se chocó con él, y la falda que llevaba ella ese día. Se puso unas sandalias estilo romano negras y fue a desayunar. Y, esta vez, recordó lo que siempre le decía su padre: "La fruta es mejor comerla en ayunas", ésto se lo decía mucho de pequeña y, con una sonrisa que rápidamente se desvaneció, cogió una mandarina y la peló. Comió en silencio unos cereales y despertó a su hermano con un beso la frente:
-Enano, me voy a Camden. Volveré por la tarde, llama a algún amigo para que se venga, no le abras la puerta a nadie y recuerda que te quiero y que tienes que hacer la maleta porque te vas mañana. Si quieres llamo a papá...
Fred sonrió y cogió el teléfono para llamar a su mejor amigo, que vivía en el portal de al lado. A los 5 minutos ya estaba en casa y ella llegaba tarde. 
Fue al baño y se pintó la raya, se lavó los dientes y cogió el bolso con dinero y el móvil, que tiempo atrás le había regalado Doug, y las llaves. Se despidió de los chicos con un beso apresurado y salió, cerrando la puerta con llave tras de sí. Se puso los cascos del iPod y miró la hora: diez menos diez. A lo mejor, con mucha suerte llegaba, quién sabe. Por si acaso le mandó un mensaje a las chicas diciendo que llegaba un pelín tarde. Bajó las escaleras del metro y, con mucha rapidez, se dirigió a su andén. Minutos después llegó el metro y en su iPod sonaba Ignorance, no estaba muy segura del porqué pero le encantaba esa canción... 
-Next stop: Camden Station-la voz grabada anunció su parada y, como si tuviese un resorte en el trasero, se levantó y se aproximó a la puerta, sonriendo a una anciana que la miraba con mala cara. Salió casi corriendo y se dirigió a la salida: diez y veinticinco, las chicas la iban a matar pero el daño ya estaba hecho. 
Salió a la superficie y la vio. Sophie esperaba paciente a sus amigas, lo más extraño era que estaba sola y Ally solía ser la más puntual... Vio su cara, quería hablar. Después de tantos años la conocía perfectamente, casi como se conocía a sí misma... Se apresuró más de lo que ya estaba y la abrazó.
-¿Y Ally?- preguntó preocupada.
-Le dije que viniese a las once, sabía que llegarías tarde. Y, por cierto...
-Tienes que hablar conmigo-dijo Lane interrumpiéndola con una sonrisa.
Se sentaron en un banco cercano desde el que veían la salida de la estación y, a la vez, estaban menos metidos en la muchedumbre juvenil que iba a Camden con la intención de comprar ropa y pasar un buen rato. 
-Dime, ¿de qué se trata?-preguntó mirando fijamente los ojos azules grisáceos de su amiga.
-Danny...
-¿Qué ha pasado?
-Pues, se han ido de gira y hemos cortado... Decisión mutua. Me dijo que me quería pero que veía que ahora mismo nuestra relación estaba vacía, que no quería sólo sexo de mí y que quería tiempo para pensar pero que tenía la esperanza de que, cuando volviese, pudiésemos hablar sobre nuestra relación de nuevo y decidir qué pasaría con nosotros. Yo le dije que estaba de acuerdo y que le echaría de menos. Y él me dijo que no tenía pensado estar con ninguna otra chica ni que yo estuviese con otro chico pero que si pasaba no me lo reprocharía y que esperaba que yo tampoco lo hiciese. Me sonrió como sólo el sabe y me besó como si fuese el fin del mundo y me dijo: "No sé cómo sobreviviré sin ti..." . 
-Ya..., pero le echas de menos, ¿me equivoco?-aventuró Lane arqueando las cejas.
-No, no te equivocas... Y lo odio.
Se sonrieron y se abrazaron y , cuando se separaron, Lane le dijo:
-Confía en él, te quiere mucho por lo que me han contado, sino no se tomaría esta molestia y directamente te dejaría.
-Tienes razón y, por lo que veo, tu también tienes algo que contar, ¿no?-esta vez fue Sophie quien arqueó las cejas en señal de interrogación y Lane sonri pícara mientras contestaba:
-Tendrás que esperar a que llegue Ally, ¡cotilla!
Sophie se resignó y, entre risas, se dirigieron a la puerta de la estación a esperar a su amiga. Eran las once menos cinco y la vieron salir con una sonrisa en la cara. Se saludaron y emprendieron, de la mano, rumbo al interior de la muchedumbre.
-Bueno..., Lane, ¡CUENTA!-pidió Sophie ansiosa.
-A ver..., que...yo...me voy de Londres-lo último lo soltó de sopetón, como una bala, rápido y conciso.
-¡¿QUÉ?!-dijeron sus dos amigas a la vez mientras la miraban con asombro y paraban en seco para mirarla fijamente en busca de una explicación.
-¡No me matéis, por favor! Bien, lo que viene a suceder aquí es que James está en la cárcel y los chicos están de gira y no me siento capaz de olvidar todo lo ocurrido con James, aquí, en Londres y sin los chicos de mis ojos. He hablado con Jeremy y me voy a París, pasado mañana.
Las tres se quedaron en silencio un momento, un silencio que rompió Ally:
-Bueno, yo quería contaros que he conocido a alguien pero... 
Sus amigas sonrieron y la felicitaron y Lane añadió:
-Si queréis venir conmigo estáis siempre invitadas. Pienso volver cuando la gira de los chicos termine y, si no venís, mantendré contacto con vosotras, es decir, no lo toméis como el fin del mundo porque no lo es... ¿Qué me decís?¿Alguna se apunta?
-Yo no, lo siento. Pero quiero quedarme a intentarlo con este chico...
-¡Yo sí me apunto! Me vendrá bien empezar de cero, conocer París y parisinos-dijo Sophie sonriente y con ganas.
-Bueno, ¡guay! ¿Os quedáis esta noche en mi casa?-propuso Lane feliz con la idea de pasar un tiempo con su mejor amiga en París.
-Perfecto-contestó Ally por las dos y, por petición de las chicas, procedió a una descripción detallada de su ligue y de cómo se conocieron.
Mientras escuchaban a su amiga miraron ropa en varios puestos y entraron en unas cuantas tiendas. Finalmente Ally se compró una camiseta ancha y larga que ponía "I'm gonna... FUCK YOU" y unos pendientes de plata, Sophie se compró unos pitillo vaqueros que parecían desgastados y un gorro negro y Lane se compró una camiseta de London Calling y unos shorts. Después de las compras fueron a comer a un puesto de comida china, de los muchos que había, y, entre risas y paridas, pasaron la tarde.
A las nueve y media llegaron a casa, muertas de caminar y estaban Fred y sus amigos jugando a la Play.
-Esperadme un momento, ahora vengo.
Tocó la puerta de la habitación de su hermano y abrió. Eran cuatro además de él: Ralph, Louis, Nate y Mark. Fred y Mark jugaban a la Play y Nate, Ralph y Louis miraban unas revistas que quién sabe de dónde las habrían sacado. Los cuatro eran muy simpáticos y les conocía desde que eran enanos y Nate y Mark siempre le parecieron especialmente guapos, pero los cinco eran los ligones, por así decirlo, del curso. 
Nate, desde que tuvo la edad suficiente para aprovecharse de sus dones, había intentado ligar con ella. Era muy gracioso porque cada vez que la veía le echaba piropos y se le insinuaba pero lo peor era que, probablemente, si hubiese sido más mayor habría dado algún resultado.
Cuando abrió la puerta, Nate, Ralph y Louis se giraron súbitamente dejando así ver que estaban haciendo algo que probablemente no deberían estar haciendo pero Nate lo disimuló levantándose y acercándose a ella con cara de seductor y soltó:
-Y, dime, ¿qué le trae a una preciosidad como esta por aquí?
Lane le sonrió y contestó para todos:
-¿Os quedáis todos a dormir y salís juntos mañana al campamento? 
Los cinco contestaron afirmativamente y ella añadió antes de irse:
-Pues, en un ratito hago la cena y mañana mis amigas y yo os acompañamos hasta donde os recogen, ¿vale?
-Me parece bien. Siempre y cuando tus amigas sean tan guapas como tú, nena-dijo Nate sonriendo.
Lane se agachó le besó la mejilla, le revolvió el pelo y se fue, dejándole sonrojado y sonriente. Lane sonrió para sí y volvió con sus amigas.


La despedida de su hermano fue bastante dura pero lo consiguió. Se separaron y se desearon suerte, ya se verían a la vuelta. Se alegró de verle partir junto a sus amigos, era el primer año de campamento y sabía que los cinco iban a arrasar por allí. Ya le interrogaría cuando volviese...
Dedicó el tiempo que tenía a sacar los pasajes y prepararlo todo junto a Sophie. Vacaciones en París, con ella. Sería genial.
Metió todo en la maleta y se dedicó a pensar en Dougie. Qué difícil era sin ellos... Abrió su Facebook y vio un mensaje privado de Danny, una parrafada de parte de todos y de él que la hizo llorar. Le decían que la gira iba bien, que Doug la echaba de menos, Danny le contaba lo ocurrido con Sophie, le preguntaban sobre James, dónde estaba y le contaban que estaban en Bélgica. Tom estaba contento, la echaba de menos pero le prometían que la llamarían pronto, en cuanto pudiesen. No decían mucho de Dougie pero saber que se acordaba de ella la reconfortó un poco. Les contó lo de James, que iba con Sophie a París y que esperaba ansiosa esa llamada, que les echaba de menos y que les quería. Cerró el Facebook y se tumbó en la cama. Sólo una noche y viajaría a París. Lejos entonces de la cama donde compartió tantos momentos con Doug y de la casa donde vivió tantas cosas que la marcarían para siempre. Sí, un nuevo comienzo. Una nueva era. Ellos, con suerte, seguirían en su vida pero James cambiaría de lugar en su memoria. 
Sí, estaba lista para el cambio. Lista para averiguar qué le deparaba el futuro.

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