jueves, 16 de septiembre de 2010

12.

12.
"Where did the time go?"

Mientras Dougie y Lane se besaban, Tom y Harry intentaban adivinar qué pasaba.
-Yo creo que ya están bien, ¿eh?-dijo Tom pensativo.
-Pues yo me rindo, son mazo de raros... Primero Doug con cara de estreñido, luego se miran, luego con cara triste, luego Lane con cara triste, luego sonríen... No pillo nada.
Justo en ese momento, Dougie y Lane se levantaron y cogidos de la mano fueron con Harry y Tom, que seguían sin entender nada. Harry se inclinó un poco y le susurró a Tom en el oído: "Va a ser que sí que están bien. Haz como si nada". Cuando Lane y Dougie llegaron a su lado los dos sonreían exageradamente y Lane se empezó a reír, entonces, Harry la cogió por la cintura y empezó a hacerle cosquillas, mientras ella como pudo, se subió encima suyo y terminó sentada en sus hombros con Harry cogiéndole las piernas y pegándose la carrera de su vida para asustarla.
Lane se reía a carcajadas y le contagiaba la risa a los tres chicos. Sólo les faltaba revolverse en el suelo. De repente, Lane se calló y puso cara de preocupación fingida y dijo:
-Y... ¿cuándo pensáis alimentarnos a Harry y a mí?
La cara de Harry se ensombreció y dijo:
-Cierto, cierto. Quiero comer.
Lane al verle la cara empezó a reírse y se metieron en el primer restaurante que vieron. Harry la bajó y se sentaron en una mesa. Lane estaba entre Harry y Dougie y Tom enfrente de ella. Cenaron y se rieron y, sobre todo, dieron el cante de una manera impresionante. Pero se lo pasaron bien.
Llegaron a casa a las dos de la madrugada y reinaba un absoluto silencio. En ese momento algunas dudas rondaron por la cabeza de Lane, pero decidió no pensar en Danny y Sophie en ese momento.
Los cuatro se dieron las buenas noches y cada uno fue a su habitación. Nada más cerrar la puerta Lane se le tiró a Dougie al cuello y el dijo, riendo:
-Me encantan las noches como esta...
Lane sonrió y le tumbó en la cama, mientras las prendas desaparecían de sus cuerpos y el amor y el sexo de esa habitación iluminaban esa oscura noche londinense.
Por la mañana, cuando Lane se despertó, Dougie dormía así que bajó y vio a Danny desayunando solo. Se acercó sigilosamente y le tapó los ojos con las manos. Él riendo aventuró:
-¿Tom?
Ella puso cara de enfado y contestó:
-¡¡Eyy, eres malo!!
Danny sonrió y dijo:
-jaja, Lane sabía que eras tú.
Ella sonrió y le besó la mejilla, después, se sentó a su lado y esperó a que le contase lo sucedido. Danny la miró sonrió y miró arriba. Ella lo pilló de inmediato y le abrazó muy fuerte felicitándole. Desayunaron juntos y luego Lane corrió a la habitación de Danny a despertar a Sophie, para que le contase todo como es debido. Abrió la puerta y se le tiró encima. Sophie pegó un sobresalto y, cuando la vio, empezó a hablar de inmediato:
-¡Tía, fue genial, impresionante, increíble! Estoy sin palabras..
Sophie le contó todo con pelos y señales, mientras Lane le sonreía y la felicitaba. Cuando Sophie terminó de hablar Lane dijo:
-¿A que no sabes con quién quedo esta tarde?
Sophie la miraba pensativa.
-Mmm... ¿James?
Lane le pegó en el brazo y Sophie se rió.
-¡NO! Con Jeremy, ¿quieres venir?
Sophie sonrió con nostalgia y contestó:
-Me encantaría pero salgo por ahí con Danny. Además es tu mejor amigo tenéis que poneros al tanto de todo.
Lane la abrazó y bajaron juntas al comedor, donde seguía Danny solo. Dejó a los dos tortolitos y subió en dirección a la habitación de Dougie. No estaba allí y escuchaba la ducha. Hurgó en el cajón y cogió lo que buscaba. Abrió la puerta del baño, se desnudó y abrió la mampara. Dougie se giró y sonrió:
-¿Qué tiene para mí esta vez, cartero?
-Una buena dosis de sexo.
Dougie se rió mientras Lane le besaba el abdomen y bajaba hasta sus genitales. Jugó con ellos en su boca y Dougie cerraba los ojos y se dejaba llevar. Lane le pusó el condón y se levantó para besarle. Él la apoyó en la pared y ella enroscó sus piernas en la cintura de Dougie. Un beso. Otro. Ella que empezaba a gemir. Él que se introducía en ella. Amor. Pasión. El agua que les mojaba. Ellos que disfrutaban como niños.

Por la tarde Lane se preparó y pidió a Harry, que era el único que no dormía la siesta, que la llevase a donde había quedado con Jeremy. El chico aceptó de buen grado y se metieron juntos en el coche. En el trayecto Lane le pidió que pusiese McFLY. Harry le cantó todas las canciones y Lane no paró de reír en todo el camino. Cuando llegó allí le vio apoyado en la pared de un edificio esperándola. Lane se despidió de Harry y salió del coche corriendo.
Cuando Jeremy la vio sonrió y caminó hacia ella. Se abrazaron fuertemente y unas lágrimas de felicidad recorrieron la cara de Lane. Entre llantos susurró:
-Te he echado muchísimo de menos.
-Y yo-contestó él intentando ocultar esas lagrimillas en sus ojos. Y es que cuando echas de menos a alguien muy importante para ti y vuelves a ver a esa persona, nada más importa. Y ella lo único que quería era que él, su mejor amigo, no la volviese a dejar sola y se volviese a ir a París. 
Antes de que se fuese Jeremy jamás habría pensado que le necesitase tanto a su lado pero, ahora que no estaban juntos se daba cuenta de que era su punto de apoyo. Y verle de nuevo después de dos años era lo mejor que podría haberle sucedido en mucho tiempo. Juntos de nuevo. Sonrisas y lágrimas. Un abrazo interminable y esa amistad que nada jamás podría romper. 

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