domingo, 26 de septiembre de 2010

13.

13.
"Don't leave me high, don't leave me dry".

Lane se emocionó mientras las lágrimas le empapaban la cara y Jeremy estaba a punto de morir asfixiado gracias al abrazo de su amiga. Pero sonrió. Había echado de menos esos abrazos que sólo le podía dar ella, su mejor amiga, su pequeñaja, su hermanita, su guía en el camino.
Se miraron y sonrieron. Jeremy la miró fijo a los ojos intentando encontrar algo nuevo en ellos, alguna señal de felicidad o tristeza. Y lo hizo. Encontró las dos cosas. Y, a pesar de que finjía que no pasaba nada, sabía que no podía ocultarle nada a él y que jamás podría. Resopló y dijo:
-Eres demasiado listo, ¡no vale!
Jeremy se rió:
-Lo sé. Pero hay algo que me tienes que contar. Y lo sabes.
Lane caminaba de espaldas, mirándole y sonriendo.
-Vale, ¿tengo que adivinar?
-Como quieras.. Inténtalo si te atreves-contestó sacando la lengua, mientras él arqueaba las cejas y contestaba:
-Vale. ¿Lo has hecho con James?
La cara de Lane se ensombreció al instante y él le cogió las manos. "James. Otra vez James y sus gilipolleces...", pensó Lane, "Tarde o temprano tenías que contárselo. Ahora, por ejemplo".
Y comenzó su relato. Una vez más James invadiendo su cabeza. Pero esta vez no lloró. No. Estaba con él, eso la tranquilizaba. Y ese abrazo que recibió después de contarlo, ese abrazo no lo cambiaría por nada.
Los dos amigos se sonrieron y ella le preguntó, cambiando de tema:
-Y tú, ¿qué?
-Pues, nada. Comparto piso con unos amigos y... Ya he acabado en el internado por lo de la mayoría de edad... así que supongo que tengo que elegir si quedarme allí o volver a Londres- hizo una pausa para mirarla, mientras ella cabizbaja temía que la elección de su amigo no fuese la esperada, y continuó-: Y acabo de cortar con mi novia. Pero no te preocupes: soy feliz. Ahora te toca a ti, con Doug.
Ella sonrió y aventuró:
-Y contigo...Si vuelves, claro.
Jeremy apartó la mirada y se quedó callado un momento. Después contestó:
-Todavía no sé qué hacer. Pero si me quedo allí quiero que vayas a verme.
Ella miraba al suelo y él le cogió la barbilla y mirándola a los ojos susurró:
-¿Lo prometes?
Ella sonrió. No podía negarse, no tenía elección. Asintió con la cabeza y le besó la mejilla. Jeremy sonrió y echó a correr gritando: "¡El último es tonto!". Y, como niños pequeños, recorrieron corriendo y riendo las calles, ahora oscuras, de Londres.

Danny y Sophie...

Iban juntos, de la mano. Las calles estaban vacías y ellos se decían ñoñerías, como buenos tortolitos que eran. Sophie sonrió y, en ese momento Blood, Sweat and Tears de V le vino a la mente (como habréis comprobado este capítulo va para Carmelo: Lo siento, me ha dado con la canción así que va para ti. Sí, sólo porque sale en el capítulo. :P :3 P.D: Genteciita, espero que os guste ;) Comentaadd! Beso.) y comenzó a cantar:
-If you say that you don't want me. That's Ok, I'm gonna get you anyway. If you say you can't aboard me. That's all right 'cose I don't mind if you don't fight...
Se sonrieron y Danny la acompañó. Poco a poco sus voces se fueron convirtiendo en gritos que se escuchaban en toda la calle:
-I AM JUST A GUY, YOU ARE JUST A GIRL ALL I KNOW IS JUST WANNA ROCK YOUR WORLD AND ALL I GOTTA SAY, I HOPE THAT IS OK: GONNA BE BLOOD SWEAT AND TEARS, GONNA BE HARD WORK AND FEARS BUT I AIN'T GONNA STOP NO NEVER STOP 'TILL I GOT YOU...
Se miraron y se rieron, mientras Danny la envolvía entre sus brazos y la besaba dulcemente. Ella se abrazó a su cuello y dejó a esas dos lenguas jugar juntas y susurró: "Esta noche tu cama va a acabar destrozada". Danny sonrió y dijo:
-Pues entonces corre, que todavía está sana. Hay que aprovecharla hasta el último momento.
Sophie se rió y se subió a caballito en su espalda, mientras él corría hacia su casa. Estaban bastante cerca y cuando llegaron no había nadie así que subieron a la habitación y cumplieron su promesa de destrozar la cama. Una y otra vez. Sólo sexo. Sexo con amor. Pero sexo, al fin y al cabo. Esa noche la única banda sonora que tenía eran los gemidos de su amor inquebrantable y su pasión inflamable.

jueves, 16 de septiembre de 2010

12.

12.
"Where did the time go?"

Mientras Dougie y Lane se besaban, Tom y Harry intentaban adivinar qué pasaba.
-Yo creo que ya están bien, ¿eh?-dijo Tom pensativo.
-Pues yo me rindo, son mazo de raros... Primero Doug con cara de estreñido, luego se miran, luego con cara triste, luego Lane con cara triste, luego sonríen... No pillo nada.
Justo en ese momento, Dougie y Lane se levantaron y cogidos de la mano fueron con Harry y Tom, que seguían sin entender nada. Harry se inclinó un poco y le susurró a Tom en el oído: "Va a ser que sí que están bien. Haz como si nada". Cuando Lane y Dougie llegaron a su lado los dos sonreían exageradamente y Lane se empezó a reír, entonces, Harry la cogió por la cintura y empezó a hacerle cosquillas, mientras ella como pudo, se subió encima suyo y terminó sentada en sus hombros con Harry cogiéndole las piernas y pegándose la carrera de su vida para asustarla.
Lane se reía a carcajadas y le contagiaba la risa a los tres chicos. Sólo les faltaba revolverse en el suelo. De repente, Lane se calló y puso cara de preocupación fingida y dijo:
-Y... ¿cuándo pensáis alimentarnos a Harry y a mí?
La cara de Harry se ensombreció y dijo:
-Cierto, cierto. Quiero comer.
Lane al verle la cara empezó a reírse y se metieron en el primer restaurante que vieron. Harry la bajó y se sentaron en una mesa. Lane estaba entre Harry y Dougie y Tom enfrente de ella. Cenaron y se rieron y, sobre todo, dieron el cante de una manera impresionante. Pero se lo pasaron bien.
Llegaron a casa a las dos de la madrugada y reinaba un absoluto silencio. En ese momento algunas dudas rondaron por la cabeza de Lane, pero decidió no pensar en Danny y Sophie en ese momento.
Los cuatro se dieron las buenas noches y cada uno fue a su habitación. Nada más cerrar la puerta Lane se le tiró a Dougie al cuello y el dijo, riendo:
-Me encantan las noches como esta...
Lane sonrió y le tumbó en la cama, mientras las prendas desaparecían de sus cuerpos y el amor y el sexo de esa habitación iluminaban esa oscura noche londinense.
Por la mañana, cuando Lane se despertó, Dougie dormía así que bajó y vio a Danny desayunando solo. Se acercó sigilosamente y le tapó los ojos con las manos. Él riendo aventuró:
-¿Tom?
Ella puso cara de enfado y contestó:
-¡¡Eyy, eres malo!!
Danny sonrió y dijo:
-jaja, Lane sabía que eras tú.
Ella sonrió y le besó la mejilla, después, se sentó a su lado y esperó a que le contase lo sucedido. Danny la miró sonrió y miró arriba. Ella lo pilló de inmediato y le abrazó muy fuerte felicitándole. Desayunaron juntos y luego Lane corrió a la habitación de Danny a despertar a Sophie, para que le contase todo como es debido. Abrió la puerta y se le tiró encima. Sophie pegó un sobresalto y, cuando la vio, empezó a hablar de inmediato:
-¡Tía, fue genial, impresionante, increíble! Estoy sin palabras..
Sophie le contó todo con pelos y señales, mientras Lane le sonreía y la felicitaba. Cuando Sophie terminó de hablar Lane dijo:
-¿A que no sabes con quién quedo esta tarde?
Sophie la miraba pensativa.
-Mmm... ¿James?
Lane le pegó en el brazo y Sophie se rió.
-¡NO! Con Jeremy, ¿quieres venir?
Sophie sonrió con nostalgia y contestó:
-Me encantaría pero salgo por ahí con Danny. Además es tu mejor amigo tenéis que poneros al tanto de todo.
Lane la abrazó y bajaron juntas al comedor, donde seguía Danny solo. Dejó a los dos tortolitos y subió en dirección a la habitación de Dougie. No estaba allí y escuchaba la ducha. Hurgó en el cajón y cogió lo que buscaba. Abrió la puerta del baño, se desnudó y abrió la mampara. Dougie se giró y sonrió:
-¿Qué tiene para mí esta vez, cartero?
-Una buena dosis de sexo.
Dougie se rió mientras Lane le besaba el abdomen y bajaba hasta sus genitales. Jugó con ellos en su boca y Dougie cerraba los ojos y se dejaba llevar. Lane le pusó el condón y se levantó para besarle. Él la apoyó en la pared y ella enroscó sus piernas en la cintura de Dougie. Un beso. Otro. Ella que empezaba a gemir. Él que se introducía en ella. Amor. Pasión. El agua que les mojaba. Ellos que disfrutaban como niños.

Por la tarde Lane se preparó y pidió a Harry, que era el único que no dormía la siesta, que la llevase a donde había quedado con Jeremy. El chico aceptó de buen grado y se metieron juntos en el coche. En el trayecto Lane le pidió que pusiese McFLY. Harry le cantó todas las canciones y Lane no paró de reír en todo el camino. Cuando llegó allí le vio apoyado en la pared de un edificio esperándola. Lane se despidió de Harry y salió del coche corriendo.
Cuando Jeremy la vio sonrió y caminó hacia ella. Se abrazaron fuertemente y unas lágrimas de felicidad recorrieron la cara de Lane. Entre llantos susurró:
-Te he echado muchísimo de menos.
-Y yo-contestó él intentando ocultar esas lagrimillas en sus ojos. Y es que cuando echas de menos a alguien muy importante para ti y vuelves a ver a esa persona, nada más importa. Y ella lo único que quería era que él, su mejor amigo, no la volviese a dejar sola y se volviese a ir a París. 
Antes de que se fuese Jeremy jamás habría pensado que le necesitase tanto a su lado pero, ahora que no estaban juntos se daba cuenta de que era su punto de apoyo. Y verle de nuevo después de dos años era lo mejor que podría haberle sucedido en mucho tiempo. Juntos de nuevo. Sonrisas y lágrimas. Un abrazo interminable y esa amistad que nada jamás podría romper. 

miércoles, 15 de septiembre de 2010

11.

11.
"Hold me 'til the sun burns out".

Sí, todo iba bien. Todo iba muy bien.
Danny la besaba y acariciaba bajo las estrellas y luces londinenses. Sophie le abrazaba y jugaba con su lengua mientras con la otra mano le quitaba la camiseta. Él le sacó la camiseta también a ella, mientras le besaba y mordía el cuello.
Danny la cogió en brazos y la tumbó en el césped, donde había previamente colocado una manta. Ella enredó sus piernas alrededor de la espalda de Danny, mientras él le quitaba el sujetador y acariciaba suavemente los senos de Sophie. La respiración de ésta se volvía cada vez más agitada y decidió colocarse encima y tomar el mando por unos momentos.
Apasionadamente recorrió todo su torso con los labios y la lengua hasta que llegó al pantalón, que le quitó rápidamente y tiró con el resto de la ropa. Él, mientras tanto ya le había quitado la falda, y estaba bajando sus manos lentamente por su cintura hasta que se topó con la única prenda que le separaba de ella. Un obstáculo menos. Una prenda más al montón. Y él que, con besos recorría su abdomen y, con besos, llegaba a sus genitales. Ella que le miró y él que introducía su lengua dentro de ella para hacerla gemir de placer por unos minutos. Después, la besó fuertemente en los labios, mientras ella le quitaba los calzoncillos y jugueteaba con su gran amigo y le ponía el condón, lista para arder en las llamas del placer con ese chico que tanto le gustaba.
Lentamente, él la hizo suya y, sin darse cuenta, ella se puso encima y le montó. Le hizo suyo, mientras el acariciaba sus senos y, juntos, volaban lejos de ese jardín. Para terminar en las estrellas, que antes les miraban. En el jardín no se escuchaba más que sus respiraciones agitadas y sus gemidos. Poco a poco, fue aumentando la velocidad de sus movimientos haciendo que el placer fuese mayor. Se tumbó encima de Danny y le besó, mientras él la sentaba en frente suya y, ayudado por sus manos, la hacía suya una vez más.
Después de esto, se tumbaron juntos y él la rodeó con los brazos, mientras ella apoyaba la cabeza en su pecho y decía, mirando las estrellas:
-Tantas estrellas, tanta gente... parecemos insignificantes. Pero tú me haces sentir gigante.
Él la miró. Sus ojos azules brillaban y estaban fijos en sus manos entrelazadas, su respiración acompasada casi inaudible y sus piernas buscando calor en las de él. Entonces, contestó sonriendo:
-Tú me haces volar, me haces brillar...
Y se quedaron así en silencio, mirando sus manos entrelazadas y pensando en su reconciliación. Entonces, ella dijo:
-¿Me quieres?
-¿Qué?
-Me refiero a, ¿qué va a pasar con nosotros?
-No lo sé. I'm just following the road for a walk in the sun.
-¿Qué quieres decir con eso?-preguntó ella sonriendo.
-Que, por ahora, quiero estar contigo sin pensar en el futuro y que sea lo que tenga que ser.
Ella trepó por su pecho y le besó suavemente los labios. Él sonrió ampliamente y, cogiéndola en brazos, la subió a la habitación y la tumbó en la cama a su lado. Y, abrazados, se durmieron.

En el cine...

Harry, Dougie, Tom y Lane entraron a ver "Todos están bien". Al principio, Lane y Dougie aprovecharon para besarse y susurrarse ñoñerías. Pero, en cuanto Lane empezó a ver la peli, Dougie se tuvo que besar la mano.
Lane se sentó en las piernas de Dougie y lloró toda la película. Cuando salieron de la sala, Lane tenía los ojos rojos y sus compañeros, lágrimas en los ojos. En ese momento, recibió una llamada.
-¿Sí?
-¿Lane? Soy Jeremy, ¿qué tal?
Lane, emocionada, sonrió y dijo:
-¿Qué tal estás? ¿Dónde estás? ¿Cuándo te veo?
Lane escuchaba la risa sonora de Jeremy que tanto había echado en falta desde que se fue... Se conocían desde los cuatro años y, desde que se conocieron, estuvieron siempre juntos. Eran como hermanos.
Le conoció porque la madre de Jeremy era muy amiga de la madre de Lane, podría decirse que la única que conservaba de su infancia.
-Bien, estoy muy bien. ¡Te he echado de menos enana! Y Sophie, ¿qué tal está?
-Jaja. Y yo a ti bobote. Sophie está muy bien, con novio y contenta. ¿Tú dónde estás? ¿Cuándo vienes a Londres?
Lane no se daba cuenta pero, mientras hablaba con Jeremy, los chicos la miraban y a Dougie empezaban a subírsele los colores. Para una persona que pasase por delante sería una escena bastante graciosa porque tomaba un color rojo pimiento y tenía cara de estreñido.
-Ya estoy aquí. Llegué hoy y me quedo hasta el domingo, tres días. Me gustaría verte, ¿cuándo me haces un hueco en tu agenda?
-¿Mañana a las seis en la plaza de enfrente de tu antigua casa?
-Perfecto, allí te espero. Te quiero, nos vemos.
Colgó y se giró para mirar a los chicos. Justo en el instante en que Dougie estalló y preguntó enfadado:
-¿Quién pollas era ese?
Lane se rió y le contestó:
-Mi mejor amigo, que vive en París y se queda aquí hasta el domingo.
Dougie se calló pero seguía cabreado así que le cogió de la mano y le llevó a un banco para hablar. Le miró a los ojos y le preguntó pacientemente:
-¿Qué pasa? ¿Por qué estás así?
Él levantó la vista y clavó sus ojos azules en los verdes de Lane, parecía triste y enfadado a la vez y tardó en contestar.
-Porque te quiero demasiado. Y, desde que sé que tienes novio, no sé qué esperar.
Ella le besó lenta y suavemente y, después, contestó:
-Eres mi rubio inútil. No hay nadie más, pero aún así... Quiero aprovechar para hablar, ahora que sacas el tema. No eres el único que se ralla...
Él tenía sus profundos ojos azules clavados en ella y la incitaba a hablar y decirle lo que le preocupaba.
-A veces tengo miedo, ¿sabes?
Se miraban fijamente y él preguntó:
-¿Por?
-Porque hay veces en que pienso que en realidad no sé nada de ti y me da miedo que perdamos esto por eso...
Él se quedó callado un momento y después dijo, sonriendo:
-Dime, ¿qué quieres saber de mí?
Ella se rió y contestó:
-¿Cuándo es tu cumpleaños?
-El 30 de noviembre. ¿El tuyo?
-Uno de marzo. ¿Color?
Él la miró, sonrió y le susurró:
-El de tus ojos.
Y, después de eso, la besó fuertemente dejando a sus celos correr en libertad lejos de allí y disfrutando de ese momento con ella. Siempre con ella.

sábado, 11 de septiembre de 2010

10.

10.

"I'm starting to falling in love. It's getting too much".

Esa noche Sophie no hizo más que beber sentada en la barra. De vez en cuando, Lane y Ally conseguían levantarla de la banqueta y sacarla a bailar pero siempre con una copa en la mano. Lane aprovechó que Ally se fue al baño y se sentó al lado de Sophie. Le puso una mano en el hombro, abrazándola, y dijo:
-Te he visto discutir con Danny.
Sophie levantó la vista de su copa y fijó sus profundos ojos azules en los verdes de Lane, diciendo:
-Es un mamonazo, estaba con otra tía así que le dije cuatro cosas y me vine con vosotras, paso de ser la tonta de turno. Pero...
Lane la miró tan fijamente que Sophie tuvo que retirar la mirada para no ser atravesada y decidió terminar la frase:
-Creo... Creo que no sentía esto desde... desde Jeremy, ¿te acuerdas de Jeremy?
Las dos amigas se miraron, cómo no se iba a acordar de Jeremy... el único chico que dejó una marca en el corazón de Sophie, el único importante. Lane sonrió y la abrazó muy fuerte entre sus brazos, luego dijo:
-Oh, Jeremy... Claro que me acuerdo, hablo con él casi siempre por teléfono. Es muy simpático y viene esta semana de París, por unos días. Era súper mono contigo, ¿te acuerdas de la vez que te preparó una cena en un hotel con vistas a todo Londres por vuestros 3 meses? 
Sophie sonrió, era increíble cómo Lane conseguía hacer que dejase de pensar en las cosas que le preocupaban, de alguna manera u otra conseguía que pensase en otra cosa y ahora había conseguido que recordara esa noche con Jeremy... su primera vez...

>> Era uno de julio de 2008, las nueve de la noche. Jeremy tenía que recogerla de un momento a otro. Hacía tres meses que salía con él y todo era perfecto. Era la primera vez que se enamoraba de alguien pero Jeremy lo hacía todo demasiado fácil, incluso escalar el Everest contado por él parecería lo más simple del mundo. Se dejaba llevar, con paciencia y hacía que los demás se sintieran relajados y tranquilos. Él no era virgen, sin embargo Sophie sí, pero había decidido esperarla hasta que estuviera preparada sus palabras fueron: "Sophie, te quiero. No importa nada más, puedo esperar. El tiempo nunca ha sido un problema para mí". Bueno, el caso, que Sophie se sentía en una nube. Nada podía ser mejor. A su lado todos los problemas que había en la familia desaparecían y, esa noche, él tenía preparada una sorpresa muy especial para ella. Le había dicho que el regalo de los tres meses tenía que dejarla alucinada y que él iba a hacer que alucinase. Sophie le había ampliado una foto de ellos, la primera que tenían juntos, y la había hecho un póster y, además, le había comprado un anillo con el nombre "Sophie" grabado en él y se había hecho otro con el nombre "Jeremy" para ella. Aún ahora, 2 años después, los dos seguían llevando esos anillos. Bueno, me voy por las ramas. A las nueve y media Jeremy pasó por casa de Sophie y le puso un pañuelo en los ojos y dijo:

-Bueno, tendrás que ir delante y yo me abrazaré a tu cintura, así te guío...
Sonrió y le besó el cuello, mientras Sophie accedía. La gente les miraba con cara rara y Jeremy le describía cada una de las caras al oído para poder reírse juntos. Finalmente, llegaron a un hotel bastante alto. Entraron y Jeremy subió con ella hasta la última planta, estaba todo iluminado con velas y, mientras cerraba la puerta, le quitó el pañuelo a Sophie. En el balcón, a la luz de las velas, había preparada una preciosa cena con vistas a Londres. Cuando Sophie vio todo eso se tiró a su cuello y le besó, mientras susurraba: "Gracias". Sophie sacó de su bolso los anillos y el póster, que le emocionaron: a veces lo pequeño es lo más bonito. Se abrazaron y fueron juntos al balcón, donde había un gran plato de pasta: esto era porque, cuando vieron la película del perro vagabundo y la perra rica, ella le había dicho que le encantaría comer pasta con él a la luz de las velas como hacían los dos perritos en esa peli. Él se había reído y le había prometido que algún día lo harían y, cuando ella vio la pasta y las velas, no pudo evitar lágrimas de felicidad.
Comieron la pasta y se besaron, fue todo muy romántico, sobre todo el postre. Cuando Sophie le había mirado a los ojos y había decidido que su postre sería él. Que él tenía que ser la vez que no se olvida, ya que después del verano él se iría interno a París, como dice la frase: "Todo lo bueno se acaba". Pero ellos habían decidido vivirlo bien, para acabar mejor. Y esa noche tenía el final escrito como el mejor final para una noche que les pertenecía a ellos y a nadie más. Esa noche él la hizo suya por primera vez y esa noche ella le grabó en su corazón para siempre... <<

 Sí, Jeremy mereció la pena. Ahora, después de dos años, seguían siendo buenos amigos. Pero nunca había vuelto a enamorarse, nunca había sentido eso que sintió por él. Jeremy fue el primer y el único, hasta ahora. 
-Pues, eso, Lane. Que me estoy empezando a enamorar. De Danny.
Lane le sonrió y la estrechó fuertemente entre sus brazos, con la promesa de que todo iría bien. Cuando llegó Ally fueron las tres juntas a la pista de baile y no se fueron hasta que dieron las 7 de la mañana en el reloj y ellas tuvieron agujetas en las piernas. Cogieron un taxi y la primera en llegar a su destino fue Lane, que se metió en la cama apenas entró en la casa de los chicos. Y, cuando se tumbó al lado de Dougie, éste dijo:
-¿Qué, te lo has pasado bien? Porque tienes un olor a porro....
Ella tenía los ojos cerrados y lo único que hizo fue murmurar un: "Humm", e, inmediatamente después, quedarse profundamente dormida. Dougie sonrió y le besó la frente, después, se giró y siguió durmiendo. 
A las tres de la tarde, Lane se despertó y se pegó una ducha de agua caliente. "Qué noche... ¡Ha sido genial! Pero tengo que hablar con Danny", y, con estos pensamientos, salió de la ducha y se vistió. Justo en ese momento, los chicos estaban empezando a comer así que se les unió, mientras miraba a Danny con cara de: "Tú y yo tenemos que hablar". Danny lo pilló enseguida y, después de comer, subieron los dos a la habitación de Dan. Os sentásteis en la cama y le instaste a hablar. Él le contó a Lane todas sus razones para hacer lo que hizo y, sinceramente, su cara decía decía que no mentía. Cuando Dan terminó de hablar, se abrazaron fuertemente y Lane le susurró:
-No te preocupes. Te voy a ayudar a hablar con ella. Tú sólo hazme caso.
Esa misma noche consiguió planes para que Harry, Dougie, Tom y Lane fuesen al cine. Lane llamó a Sophie y le dijo que esa noche la casa estaba vacía de chicos y que quería que viniese y pasaban una noche de chicas. Sophie accedió contenta, aunque tenía la esperanza de encontrarse a Danny allí. A las nueve, Lane y los chicos se fueron al cine y Danny se quedó tramando sus cosas en el jardín. Una hora más tarde Sophie entraba en la casa y seguía el rastro de flechas que la llevaron al jardín donde, para su sorpresa, Danny la esperaba. 
El rostro de Sophie cambió por completo y, cuando estaba a punto de irse, Danny le dijo:
-Sé que estás enfadada. Pero escúchame, si después de decir lo que tengo que decir sigues enfadada te dejo marcharte tranquila, ¿te parece bien?
Sophie asintió y se sentó en una de la sillas, en frente de Dan. Él empezó:
-Mira, Sophie. Yo sé que me he portado mal últimamente, y lo siento. Pero eso ha sido porque... Porque...
Se miraron un momento y Sophie le instó a hablar:
-¿Sí? Mira que si no me lo dices me voy, ¿eh?
Él asintió y continuó, fijando sus ojos azules en su rostro:
-Déjame empezar por el principio: yo tenía... no sé, estaba en el instituto. Y, allí, había una chica muy guapa a la que todos se querían ligar y yo, un chico normalito, me la ligué. Fue entonces, cuando me hice popular. Como era "popular", las chicas querían salir conmigo, por lo que nunca tuve la necesidad de enamorarme para tener a una chica entre mis brazos y nunca lo hice. Por eso nunca me he enamorado y, por eso, le tengo miedo al compromiso y al "amor". Y, cuando tú y yo empezamos, me di cuenta de que eras especial pero, cuando te fuiste y empecé a pensar en ti, me di cuenta de que estaba sucediendo: me estabas empezando a gustar. Compréndeme, nunca me ha gustado nadie, estaba... estoy asustado y, por eso, intenté sacarte de mi cabeza bebiendo, yendo de fiesta y saliendo con tías. Pero, como dice una bonita canción: "Nunca olvidaré tu voz, aunque pierda la memoria". Perdóname, he sido un cerdo.
Sophie le miraba atenta y, cuando dijo la frase de la canción en español, casi se derrite. Pero le preguntó que qué significaba eso y él, en el oído le susurró: "I will never forget your voice, even if I loose my memory". Y, con estas palabras, los dos se fundieron en un beso que fue el principio de otra de sus noches interminables. Y, como Lane prometió, todo iba bien.

lunes, 6 de septiembre de 2010

9.

9.

"I'll pick you up of the ground".

Los chicos cogieron a James, le levantaron del suelo y le llevaron a la puerta, dejándole fuera. Luego, volvieron con Lane, que seguía llorando mientras metía las cosas en una mochila. Los chicos la miraban desde la puerta de la habitación: no podía casi moverse y estaba morada de los golpes que había recibido. Lane tiró la mochila al suelo y se sentó en la alfombra a llorar, después de meter una camiseta dentro la mochila y darse cuenta de que le dolía hasta el pelo. Entonces, Harry fue a su lado y la abrazó por la cintura y ella le devolvió el abrazo con todas las fuerzas que le quedaban. Danny, mientras tanto, metía ropa en la mochila, para salir cuanto antes de allí. Los chicos la miraron un momento con expectación y dijeron:
-Y, ¿qué vas a hacer?
Ella se secó las lágrimas y se encogió de hombros, mientras Danny se acercaba a ella:
-¿Y ya está? ¿Vas a quedarte de brazos cruzados a esperar otra paliza?
Ella le miraba con cara de: "Danny: necesito un abrazo, no un sermón".  Y a él le costó pillarlo pero, cuando lo hizo, casi corrió a sus brazos y no la soltó hasta que Harry terminó la mochila que Danny había dejado a medias y les dijo que se tenían que ir. Salieron de la habitación y Fred estaba en la puerta con cara de cabreo. Lane le miró y dijo, con un hilo de voz:
-Ahora no, Fred.
Él se acercó a ella y la abrazó lo más fuerte que las heridas de su hermana le dejaban y lloró en silencio, mientras Lane le acariciaba el pelo y le oyó susurrar: "No te vayas, Lane. No quiero quedarme con mamá y papá solo... No me dejes, Lane". Ella sonrió conmovida y se agachó para mirarle de frente:
-Freddy, ya sé que no hacen más que discutir, pero no puedo quedarme. Si lo hago James vendrá de nuevo y, ya sabes... Lo siento, nene. Te quiero mucho, ¿vale?
Él sonrió y asintió, mientras ella salía con los chicos por la puerta y bajaba al coche. Durante el trayecto intentaron animarla, pero ella no hacía más que pensar, y decir, qué pasaría cuando Dougie la viese así. Finalmente, llegaron a casa y se apearon del coche, dirigiéndose a la puerta. Entraron y vieron a Tom y Dougie desayunando. Éstos les miraron y, en cuanto Dougie la vio así: morada y llorosa, corrió a abrazarla. Ella le devolvió el abrazó y sonrió, llorando. Fueron juntos al jardín y se sentaron en una especie de hamaca, que es como un sofá solo que se mueve (como en las pelis), mientras Dougie la abrazaba por el cuello y ella se apoyaba en su hombro contándole lo ocurrido y terminó:
-Pero sólo pensar en ti haciéndome el amor me hizo sentirme bien, como una niña con su piruleta. Y tú eres mi piruleta.
Él sonrió con sus últimas palabras y la besó suavemente, mientras ella se abrazaba a él deseando que ese momento no acabase nunca.

Pero la vida sigue y Danny y Sophie eran de lo más melosos, no se separaron en todo el día. Por la noche, él suplicó que se quedase y su estancia se vio alargada una semana.
En esa semana, Ally fue a verlas y lo primero que hizo fue echarle el ojo a Harry que, cuando ella llegó, estaba en el salón. Se sentó a su lado y dijo:
-Hola, soy Allyson. Ally. Amiga de Lane.
Él se giró para mirarla y sonrió:
-Yo soy Harry, amigo de... todos los alojados en esta casa.
Charlaron un rato y luego ella subió a ver a sus amigas, que la esperaban.
-Perdón, me he encontrado con Harry y me he visto en la obligación de hablar con él. Está demasiado bueno.
Las tres rieron y se pasaron la tarde hablando. Finalmente, Sophie y Allyson se fueron: la primera con la promesa de Danny de volver a llamarla y la segunda con la de Harry de volver a verse. Pasó el tiempo en casa de los chicos y Lane se recuperó bastante rápido. Danny salía de fiesta bastante a menudo y Harry estaba pegado al teléfono con Allyson. Tom estaba desaparecido y Dougie no hacía más que cuidarla. Cuando se hubo recuperado, Lane llamó a sus amigas en busca de una noche de fiesta sólo para ellas. Quedaron esa misma noche en la puerta de una discoteca bastante famosa del centro de Londres. La primera en llegar fue Sophie, que apoyada en la pared, miraba a la gente que entraba y, entonces, le vio. Danny, saliendo de un coche solo. No, con una chica de la mano. Se acercó a él y le miró.
-Tenías razón, ahora no quiero que te vayas- dijo ella imitando el tono de voz de Danny y añadiendo-: Eres un cabrón.
Él la miró abatido y le cogió la mano:
-Lo siento...
Ella se rió y contestó:
-No, no lo sientes y lo sabes. No pensaba que sería nada serio, pero podrías haberme avisado de que para ti era un rollo de una semana. No te creía capaz de hacerme esto.
Él miraba al suelo y, entonces, se atrevió a replicar:
-No estábamos saliendo, que yo sepa.
-No, tienes razón. Pero después de follar durante una semana no me iba a imaginar que me cambiarías por la primera puta que se te cruzase por delante- contestó girándose para marcharse.
Él cogió su muñeca y ella añadió:
-Ah, no hay copyright así que, si quieres, puedes decirle todas las cosas que me dijiste a mí, porque yo no quiero saber nada más de ti. Eres un cerdo.
Se soltó y se fue a donde estaban sus amigas, que ya habían llegado. Danny se quedó mirándola un momento y, después, se metió en el coche y se fue, dejando sola a la chica.
Lane vio a Danny marcharse, mientras abrazaba a sus amigas, pero decidió no decir nada hasta que Sophie sacase el tema, si lo sacaba. Entraron a la discoteca y miraron a su alrededor: una muchedumbre bailando, fumando, bebiendo y pasándoselo genial. Se les unieron en todo y aprovecharon esa noche para fumarse los porros que, en otras ocasiones, no fumaban, para beber como nunca antes y bailar abrazadas como buenas amigas que eran. "Esto es, sin duda, lo que quería", pensó Lane sonriente.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

8.

8.
"There's gonna be sunshine and rain".

Los cuatro durmieron como niños y a la mañana siguiente, cuando Lane se despertó, Dougie todavía dormía: "Más mono..." , pensó, y decidió no despertarle. Se puso la primera camiseta que encontró, las zapatillas, el bolso y bajó a la cocina, donde desayunaban Danny y Harry. Les dio un beso en la mejilla a cada uno y se sentó a comer sus tostadas y su café.
-¿Qué tal habeís dormido, chicos?- les preguntó mirándoles y poniendo mermelada a las tostadas.
Harry miró hacia otro lado y Lane le entendió perfectamente, pero Danny se rió con cara de satifacción:
-Pues, poco.
Harry sonrió y Lane le golpeó el brazo. Siguieron así todo el desyuno y, cuando terminaron, Lane se levantó y se dirigió a la puerta. Harry y Danny la miraron extrañados y dijeron:
-¿Adónde vas?
Ella se giró y contestó:
-Pues, si no me lleváis, a casa. Aprovechando que todos están durmiendo.
Harry y Danny se levantaron y Harry cogió las llaves del coche, mientras le guiñaba un ojo. Salieron afuera y se metieron en el coche de Harry, mientras ella le decía cómo se iba. Y, justo cuando estaban llegando sonó el móvil de Lane.
-¿Sí?
-¿Lane? Soy Ally.
Lane sonrió y dijo:
-Joder, te echo de menos. ¿Cuándo te veo, putilla?
Allyson rió y contestó:
-Pues, no sé, porque estás desaparecida. Y, por cierto, Sophie me ha contado lo de James y Dougie y... Lo siento, nena.
Lane estaba flipando. Los chicos la miraban.
-¡¿En serio te lo contó?! Joder, me hubiese gustado que no te enterases de ESO por otra persona... pero cuando pasó no lo cogísteis...
-Bueno, putona, no pasa nada. Ahora lo sé y estoy para lo que quieras, ¿vale?- contestó ella y añadió-: Pero ahora te tengo que dejar, hablamos luego. Te quiero.
Lane colgó y vio que tenía las miradas puestas en ella esperando una explicación. Ella intentó salir, ya habían llegado. Pero Danny fue más rápido:
-¡Harry cierra las puertas, que no salga!
Harry, en segundos, acató esta orden y Lane no podría escapar, por más que quisiera. Harry arqueó las cejas y dijo:
-Bueno, no puedes salir. ¿Qué es eso que le contaron a tu amiga de ti y que no nos has contado?
Ella les miró alternativamente y, al ver que no había más remedio, les contó tooooda la historia de James, incluido el mensaje de la noche anterior. Los chicos la miraban serios y asentían de vez en cuando. Y, cuando terminó de hablar, Danny dijo:
-¿Quién es ese cerdo?
Lane, que cada vez que contaba eso se ponía a llorar y esta vez no fue diferente, sonrió y se secó los ojos. Harry se inclinó un poco, la abrazó y susurró:
 -No te preocupes, nos tienes a los cuatro a tus pies, ¿vale?
Se miraron y ella sonrió, mientras él añadía:
-Además, yo estoy to cachas así que, si hace falta le doy un par de tundas y se irá corriendo como una niñita.
Ella se rió y le abrazó un poco más fuerte, después, dijo:
-Bueno, ¿me acompañáis a por mis cosas?
Danny y Harry asintieron y salieron. Ya fuera, Danny la abrazó por los hombros y subieron los tres a la casa de Lane. Cuando entraron, Fred se acercó a ellos y les miró con cara de mala leche, para variar:
-Lane, ¿quiénes son estos dos? Y, ¿dónde cojones has estado?
Danny y Harry le miraron y se rieron. Lane contestó:
-Unos amigos y he estado en su casa. ¿Papá y mamá han vuelto?
-Vale, no me los presentes... Tú vete de nuevo- dijo dándose la vuelta y metiéndose en su cuarto.
Lane les miró con cara de disculpa y les pidió que la esperasen allí mientras cogía sus cosas. Ellos fueron al salón y pusieron la tele, mientras ella se metía en su cuarto. Lo que no se esperaba era ver a James en su cama con cara de loco apenas cerró la puerta. Él sonrió y se levantó, mientras ella susurraba: "Vete, James, no deberías estar aquí". Se acercó a ella y, dando vueltas a su alrededor y cogiendole el pelo, dijo:
-¿Por qué? ¿Acaso un novio no puede ir a ver a su novia de vez en cuando?
Lane estaba inmóvil y le costaba articular palabra, pero, al final y sin esperárselo, dijo:
-No, si el novio es como tú.
En el acto, la mano derecha de James se vio estampada en su cara:
-Ah, qué valiente eres, ¿no? Pero, ¿de qué te sirve?
Ella le miró con asco y le escupió, él la empujó y le pegó una patada en la pierna. Las lágrimas comenzaban a mojar su rostro. Él repitió:
-¿Eh? ¿De qué te sirve?
Ella le miró y contestó:
-No me siento tan inútil, al menos.
Él rió con arrogancia y corrigió:
-Nada, no te sirve de nada.
Le pegó otra patada y ella gimió de dolor. Quería que los chicos la escucharan pero no le salía la voz. Entonces, recibió otra patada y le escuchó decir:
-Entonces, ¿estás segura de que quieres cortar conmigo?
Ella seguía llorando y él le dio una bofetada.
-¡Te estoy hablando! 
-James, me haces daño, para.
James se rió y le dio otra patada en el estómago. Esta vez si que gritó y sollozó:
-¡Ahhh! No, para, para. 

En el salón...

Los chicos veían un documental de Bruce Springsteen y Fred sólo había ido para preguntarles quiénes eran: cuando se enteró que tocaban en McFLY fue corriendo a llamar a sus amigos diciendo que su hermana les conocía y se encerró de nuevo en su habitación. Entonces, escucharon a Lane gritar y fueron corriendo a la habitación. Cuando entraron, vieron a un chico pegándole una bofetada. Eso, eso fue demasiado. Harry fue corriendo hacia él, le cogió y le pegó un puñetazo que le tiró al suelo. Danny ayudó a Lane a levantarse y después se dirigió hacia James y mientras le pegaba patadas decía:
-A Lane, no la tocas, ¿entendido?
James estaba cagado. Eso no se lo esperaba. Y Harry y Danny estaban muy cabreados. Harían cualquier cosa para protegerla de ese demente. Lane lloraba y sonreía agradecida al ver a sus amigos haciendo eso por ella. Por un momento, la idea de que James pudiese acercarse, siquiera, a Dougie le pareció muy lejana y, con sólo recordarle haciéndole el amor, todo su dolor desaparecía.