35.
"Sun is setting in the sky".
A la mañana siguiente Lane y Charlotte salieron con los chicos. Danny abrazó a Lane y a Dougie por los hombros y, sonriente, dijo:
-Bueno, Dougie, ¿folla bien la rubia?
Lane se rió y le golpeó el brazo.
-Algún día quizá lo compruebes por ti mismo.
-¡Eh, eh, eh! Que Danny es mío- dijo Dougie fingiendo estar ofendido.
-No os preocupéis, hay Danny para todos...
Lane se rió y se fue negando con la cabeza, mientras Dougie y Danny se abrazaban de manera muy gay y el primero le contaba todos los detalles guarros de la noche anterior. Lane lo sabía por las risas de crío que soltaban de vez en cuando. La edad del pavo no termina nunca (u.u')
Se acercó sigilosamente y le puso las manos en los ojos a Tom, que escuchaba "Ghostbusters" con el iPhone.
-¡Enanaaaaa!- adivinó él sonriente.
-¡Sí!- dijo ella mientras se ponía a su lado y le cogía la grande y suave mano.
-¡Cuidado con lo que haces chaval, que es mía!- se escuchó a Dougie por detrás.
Lane le sacó la lengua y contestó:
-¡Cuidado con lo que haces con Danny, que es mío!
Danny le guiñó un ojo y sonrió seductoramente, mientras el enano le daba una colleja y se enzarzaban en una "pelea" muy... muy... dejémoslo en pelea. Sin más.
-Bueeeeno... Después del paréntesis, ¿qué tal andas, peque?- preguntó cariñosamente y con una sonrisa de las suyas, las de Tom, ésas que te alegran el día.
-Pues, sinceramente, no me había dado cuenta hasta ahora de lo mucho que os echaba de menos... Quiero volver a Londres con vosotros y ver vuestros getos todos los días de la semana, ¡jooo! ¿Cuánto os queda de gira todavía?
Tom miró al cielo pensativo y segundos después contestó:
-Un meseciño, creo. Sí, más o menos eso. ¡Joder! Qué lento pasa el tiempo cuando quieres que se esfume, en serio. Quiero ver a Gio, me mata no poder escaparme para verla y volver por la noche con vosotros a casa. ¡Era tan diver...!
Y, una vez más, el rubio tenía razón. Siempre es así, cuando queremos que el tiempo vuelve cada hora, cada minuto, cada segundo se hacen eternos. Sin embargo, cuando queremos que el tiempo para cada hora, cada minuto, cada segundo parecen desaparecer instantáneamente en el aire y no regresar jamás. Cuando estamos con la persona o personas con las que queremos estar el tiempo, tan cabrón como siempre, te roba cada instante, como puede, y lo único que te deja es un recuerdo, bonito o triste, y la luz de un nuevo día. Y así es siempre. El tiempo pasó volando y llegó el momento de la despedida. Lágrimas y más lágrimas, tristes abrazos y sonrisas melancólicas. Se despidieron uno por uno y el último fue Harry, que la levantó y la hizo dar vueltas en el aire.
-Te quiero enana. Nos vemos en un mes.
Ella sonrió y les miró de nuevo. No pudo resistirse, corrió y abrazó a su nene, y se besaron apasionadamente, como nunca, como siempre.
Y ese mes pasó, lentamente, pero pasó. Llegó la hora de volver a Londres, y con mucha alegría.
A las dos amigas se unieron Jeremy, Audrey y Charlotte. Pero Lane tenía la intuición de que vería a los otros pronto, muy pronto. Y, a última hora, Maxime tocó la puerta. Las chicas estaban haciendo las maletas y escuchando música, hasta que él llegó y Sophie se marchó. Fue como un relevo, en cuanto ésta abandonó la habitación, él se acercó a la rubia y se sentó en la cama.
Se frotó las manos contra las rodillas y resopló nervioso.
-Lane, yo... quería despedirme y pedirte que me perdones. Ha pasado casi un mes y... no quiero que te vayas todavía enfadada. Por favor, estoy muuuuuuuuuuuuuy arrepentido.
Lane sonrió, asintió y le abrazó amistosamente. Cuando es la hora, es la hora, y entonces era la hora de perdonarle y seguir adelante rumbo a Londres con los chicos.
Todo acaba, el tiempo pasa y era hora de volver a empezar en Londres, seguir con su vida anterior, con su gente anterior y su amor anterior. Y ahora sentía como... como que una parte de ella, de su corazón, echaba de menos París. Tonterías, pensó, y con una sonrisa en la cara volvía a Londres con sus amigos a su lado y su novio esperando volver a verla, tenerla entre sus brazos y respirar su dulce aroma después de una noche de sexo, drogas y rock and roll.
"El valor para marcharse, el miedo a llegar".
Por fin *-*
ResponderEliminarOich, me encanta musho >.<
Sube pronto, porfa :3
<3
Me encantaaaa tu fic! La he leido enterita en un día y esta chulisima! Sube pronto que quiero saber como es el reencuentro de Dougie y Lane! :D
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