jueves, 27 de enero de 2011

28.

28.
"Something inside that was always denied for so many years".

Esa noche llamaron a Charlotte, Audrey, Jeróme, Eugéne y Fanfan y salieron todos juntos. Fueron a ver la Torre Eiffel iluminada y fueron a un pub donde beber y bailar, hablar...
Se encontraron en una plaza cerca de la casa de Jeremy. Charlotte y Audrey llegaron tarde y fue la primera vez que Lane no era la última en llegar, estaba satisfecha. Audrey fue directa hacia Jeremy y le dio cuatro besos muy cerca de la boca y saludó al resto con una sonrisa. Charlotte fue con Sophie y Fanfan, mientras Lane hablaba con Maxime y Joris.
-Así que Dougie Poynter, eh...-dijo Maxime sonriendo pícaramente y arqueando las cejas.
-Tú, ¿quién es ese?-dijo Joris perdido.
Lane se apresuró a contestar: 
-El bajista de Mc...
-¡Su novio!-interrumpió Maxime risueño.
-¡Eh, eh, eh! ¿De qué es bajista? ¿Es tu novio?-dijo Joris desconcertado mirándoles y añadió-: ¿Tienes novio?
-Es bajista de McFly. Es mi novio y, claramente, sí, tengo novio.
-Mierda...-murmuró él cómicamente como respuesta y Maxime y ella se rieron.
-Vosotros, ¿qué? ¿Novia?
-¡Ostias! Ya caigo.. Es uno rubito de ojos azules y un poco enano, ¿no?-dijo Joris mirándola satisfecho por acordarse-.Perdona, ¿decías? 
Lane se rió. 
-Sí, es ése, siéntete orgulloso. Decía que si tenéis novia. 
-Claro que lo hará. Más aún. 
Joris empujó a su amigo y Maxime rió como un niño pequeño que acaba de hacer algo malo. 
Lane estaba cogida del brazo de Maxime y les miraba, esperando una respuesta. 
-No, yo no tengo-contestó Maxime sonriendo.
-Yo... tenía, sí, tenía.
-¿Por qué tenías?-preguntó Lane divertida.
-Porque cortamos ayer. 
Se rieron y aparecieron a su lado Charlotte y Sophie sonrientes.
-No sé adónde se supone que vamos pero, joder, que lejos, ¿no?-dijo Sophie exhausta.
Finalmente, llegaron al pub y Sophie corrió a la mesa y Lane se sentó a su lado, entre ella y Gaël, la miró y se sonrieron. Pidieron unas cervezas y compartieron algunas risas mientras Audrey y Jeremy compartían un beso. Bonito. Dulce. La música talandrando sus oídos y las luces iluminándoles. Dejaron de escuchar por un momento y, simplemente, se besaron. Jeremy ponía suavemente una mano en su muslo y la otra en la espalda, mientras ella acariciaba su mejilla y abrazaba su cuello. Se separaron y se sonrieron tiernamente. 
Lane hablaba con Sophie y con Charlotte en el centro de la pista mientras sostenían sus vasos y seguían el ritmo de la música con la cabeza y las piernas.
-No sé qué hacer. 
-¿De qué?-preguntó Charlotte mirando a Sophie.
-Danny.
-Sí, no me llama. No hablamos y no sé si... si liarme con el primero que pase.
-Sophie, nos conocemos. 
-¿Lo necesitas?
Sophie dudó, era una buena pregunta que hacerse a sí misma. 
Buscó en su mente y lo único que había en ella eran recuerdos de Danny. Su sonrisa, su voz, sus ojos mirándola fijamente, su pelo, sus pecas, sus besos, sus caricias, sus abrazos... Y, luego, pensamientos negativos, pensamientos que quería hacer desaparecer.
Su mirada cambió y Lane lo entendió todo al instante. Miró a Charlotte y asintió, mientras Sophie se terminaba el segundo vaso y se dirigía a la barra a buscar un tercero. Pero Lane la conocía bien, ahora empezaba con las caipirinhas. Sí, desde que las probó la enloquecieron y su regla era: "Dos vasos de lo que sea, de lo que venga, y, luego, CAIPIRINHA". Las tres se abrazaron y volvieron a la mesa. 


Sophie's POV

Me giré y le miré. Dormía plácidamente y sonreía satisfecho. No me arrepentía de haberlo hecho. Echaba de menos a Danny, sí, pero no era sano. Me sentía mal, cansada, frustrada, triste, aburrida, abrumada y con ganas de sexo, para qué engañarnos. Además, había bebido mucho y... no necesito excusarme a mí misma, sé lo que hice y por qué. El problema es más bien cómo. 
Cerré los ojos y me concentré en recordarlo todo. Pero me costó bastante. 
Lo único que conseguí recordar fue a Danny, de nuevo. Echaba de menos la sensación de libertad que sentí cuando, después de no sé cuántas caipis, conseguí sacar su imagen de mi cabeza. No recuerdo cómo me sentí exactamente pero sé que fue una buena sensación y al menos puedo decir que disfruté de esa noche a la francesa sin pensar en él, que no me había portado mal, en ese sentido, porque nadie quiere que griten el nombre de otro en la cama, no es bonito. 
Recordaba haber bailado con él, risas y roces, bebimos juntos y luego nos fuimos todos. Sí, con él, compartiríamos piso durante... no me acuerdo cuánto tiempo, pero en ese momento no lo pensé. Nunca fui de las que piensan las cosas antes de hacerlas, ¿para qué estrujarme el cerebro, martirizarme, pudiendo hacerlo sin plantearse nada...? Bueno, nunca, hasta que conocí a Danny. 
No podía seguir en la misma cama que él ahora que habíamos terminado, me sentía sucia. Salí de allí con la ropa en la mano y me metí en la ducha. 
Sí, era cierto. Acababa de acostarme con Gaël y no había estado nada mal. Supongo que la desesperación, si puedo llamarla así, me hizo hacer lo que hice. 
Danny, perdóname.
Salí de la ducha envuelta en una toalla y me dirigí en silencio a la habitación a hablar con Lane, Charlotte y Audrey. Cuando llegué no se habían dormido aún, así que me puse las bragas y un sujetador y les conté todo. 
A medida que transcurría la historia recordaba a Danny y a Gaël, imágenes intercaladas. Mi mente me mataba, me torturaba y yo... yo no podía hacer nada.
¿Qué hacer cuando ya no puedes arreglar las cosas? Ya no había marcha atrás pero... sinceramente, no era tan malo lo que hice, ¿no?
-...¿no?
-No, no creo que lo sea. Piensa que el dijo que no se enfadaría. Le conozco y sé que no lo hará. Ya no puedes hacer nada. 
-No tienes que arrepentirte, no debes. Eso te hará sentirte peor-dijo Audrey amablemente.
-Mira, tú lo necesitabas y lo hiciste, punto. No hay más. Mejor eso que pasarte la noche pensando en Danny, que es lo que habrías hecho si no-increíble lo bien que me conocía Charlotte.
Sonreí y cambiamos de tema.
Decidí dejarlo como un simple paréntesis. Una noche loca para cambiar los pensamientos de sitio y, después, vuelta a empezar. 
Sabía que no podría volver a hacer eso otra vez, que esperaría hasta tener a Danny entre mis brazos y, simplemente, recordé todos mis momentos con él y sonreí.
Buenas noches, Danny.

Lo siento, es una mierda de capítulo pero es que hoy... no sabía cómo cojones seguir el capítulo, ¿vale? xD
Aún así, espero que os haya gustado y que comentéis.

Y, bueno, gracias a mis 30 seguidores, aunque sólo comenten 3 y... Peach: sigue tu fic.
Audrey Marie: tequiero :)
Amaia: gracias por todo cari. tecúuu!
Karol: espero que te guste, ya que eres la que más sale... gracias por meterme en tu historia, teqquiero :)
Un beso a todas y comentad, pplis :)

domingo, 23 de enero de 2011

27.

Audrey: María
Charlotte: Amaia
Sophie: Karol
Osquiero beiibes :)

27.
"You're a star shining like the sun".

Se sentaron todos en el sofá y en el suelo con cuatro cuencos de palomitas y pusieron la peli, nadie sabía cómo se llamaba pero a todos les encantó. 
Lane de vez en cuando derramaba algunas lágrimas recordando a Dougie, porque algún trozo de la película le recordaba a él, y, cuando se enteraban, Jeremy y Sophie la abrazaban o le cogían la mano.
La película terminó y Lane estaba dormida en el hombro de Maxime que, por cortesía, no la despertó hasta que terminó y Jérome (se pronuncia Yeróm), Eugéne y Fanfan se levantaron y se despidieron para irse. Cuando se fueron, comenzaron a organizar las camas y todo eso, ya que había cuatro habitaciones. Finalmente, Jeremy compartió cuarto con Joris y le cedió el suyo a las chicas, que se pasaron la noche hablando de sus cosas. 
A la mañana siguiente se despertaron para la hora de comer, se ducharon y se sentaron a la mesa pero la mitad de la comida desapareció en boca de Lane y Joris, que engullían y de vez en cuando soltaban, con la boca llena:
-Ezto... eztá... diquízimo.
Los demás se reían y se centraban en su comida intentando salvar algo de la mesa para que no arrasaran los otros con todo. Ayudaron a lavar y fueron al sofá a ver otra peli, más aburrida y en la que Lane se durmió entre Maxime y Gaël y Sophie en el hombro de Joris. Maxime, que se empezaba a acostumbrar a ser la almohada de Lane, no dijo nada y se centró en la película pero Joris no podía evitar una risa que otra de vez en cuando. Cuando terminó la peli, Joris se fue a la ducha y Lane y Sophie se despertaron. Lane comenzó a hacer zapping y les vio. Por suerte en el programa hablaban en inglés y entendía lo que decían. McFly. Comenzó con un vídeo casero en el que los cuatro estaban medio borrachos cantando y terminaban diciendo que la echaban de menos. Subió el volumen y su cara cambió por completo, no se lo esperaba para nada. Se rió y escuchó.
Estaban en un plató sentados en un sofá frente a la mesa blanca del presentador y miraban el vídeo en una pantalla. Cuando terminó, rieron, Danny el que más.
-Bueno, chicos, ¡¿qué es esto?!-preguntó el presentador mientras los cinco miraban la pantalla.
Danny se reía estruendosamente y señalaba la pantalla.
-Jajajaja, ¡¡Somos nosotros!! ¡Estamos borrachos!
Los chicos le miraban y se reían, contagiándole la risa a todo el público. 
-Sí, sois vosotros pero..., ¿por qué?
-Porque estábamos borrachos-contestó Danny riéndose todavía mientras el presentador le miraba con cara de obviedad y buscaba otra respuesta.
-¿Quién es Lane?
-Una amiga, que ahora está en París y, bueno, que la echamos de menos-replicó Tom intentando mantener la compostura, tarea difícil con Danny Jones al lado.
-Bueno y ahora un poquito de publi y volvemos con McFly, amigos. Así que no cambiéis de canal.
Se escuchó el comienzo de los anuncios franceses mientras Maxime y Gaël la miraban y se miraban atontados, sin todavía creerse que ella conociese a unos famosos de verdad. En la tele se veía la publicidad en un cuadrito grande y lo que sucedía en plató en otro más pequeño. Les retocaban el maquillaje mientras hablaban entre ellos y compartían alguna que otra risa.
Lane se levantó del sofá y fue a la habitación a buscar su móvil y regresó a su sitio, junto a Maxime. Tecleó rápidamente y envió el mensaje y, en ese preciso instante, Danny sacó su iPhone y leyó algo que luego le enseñó al resto mientras sonreía ampliamente. Los cuatro miraron a cámara e hicieron una “L” con la mano, mientras un primer plano mostraba de cerca sus risueñas caras. La imagen se alejó y enfocó el plató entero, justo en el momento en que terminó la pausa publicitaria y comenzaba de nuevo el programa.
-Bueno, chicos, después de esta pequeña interrupción-comenzó hablando el presentador para retomar la entrevista-, deberíamos hablar del disco pero como yo soy muy cotilla y a las fans ya no les deben quedar uñas y se mueren por matar a alguien… contadme más.
Los chicos se rieron y Danny contestó:
-Bueno, Lane dice que somos gilipollas y que quiere a Douglas.
-Sí, chicas… ¡matadla!-añadió Harry entre risas.
El presentador fingió cara de susto y contestó:
-Yo de ella me asustaría… las fans son muy extremistas.
Los cuatro rieron y Tom añadió:
-Sí, pero las nuestras son las mejores… Sin duda.
El presentador sonrió.
-Ahora es cuando ellas ponen cara de: ¡oh, que cuqui!
-Es que lo somos…
-Jajaja bueno, que nos descentramos. ¿Quién es ella? Digo, para que sepan a quién matar.
-Pues… Dougie, habla que estás muy callado-contestó Harry divertido.
-Bueno, Lane es… una iguana mutante, sí, la amo.
Todos rieron con la respuesta de Doug y, al otro lado de la pantalla, ella sonrió con cara de estúpida enamorada.
Tom  miró a Dougie con cara de: Eres tonto y aclaró:
-No es UNA iguana mutante, es SU iguana mutante. Son más monos.
Se le iluminaron los ojos y los otros tres le miraron mientras reían. Danny le imitó:
-Oy, oy, oy, que es que son muy cuquis y muy cute y sweet, oy, oy, oy…
Harry rió con su risilla de niño y Dougie negaba con la cabeza mientras sonreía abiertamente. El presentador intervino:
-Bueno, Dougie, ya ha salido a la luz… Háblanos de ella.
-Es hermosa, perfecta. Lane: Te amo.
-Bueno, me dicen por pinganillo que hay una foto. ¡Veamos!
Todos fijaron su mirada en la pantalla del plató y, en televisión, salió en primer plano una foto en la que él la abrazaba por la cintura y le besaba la mejilla, mientras ella sonreía alelada.
-Qué listo el jodido. Le ha salido guapa la novia, ¿eh?-dijo el presentador mirando a los chicos- Confiesa, ¿cuántos años le sacas?
-El amor no tiene edad-se adelantó Danny cursimente (no sé si eso existe… xD) para que no le tachasen de depravado o algo por el estilo.
Después de un momento dedicado a sus vidas privadas, la entrevista retomó el camino que debería haber seguido desde un principio. Lane siguió mirándola pero sin prestar ninguna atención, con la cabeza apoyada en el hombro de Sophie y sonriente como nunca. Sí, lo sabía. Estaba segura. Le amaba.

viernes, 7 de enero de 2011

26.

26.
"Wake up, it's a bad dream no one on my side".

Lane les miró uno a uno, casi analizándoles. Eran guapos. 
Maxime se parecía a Jeremy, sólo que su pelo era más ondulado y con más volumen que el de Jeremy. Tenía los ojos marrones y con un tono verde oscuro alrededor de la pupila, a diferencia de los de su amigo, que eran completamente marrones. Era alto y delgado y vestía muy bien, como la mayor parte de los francesitos: formal pero informal, le quedaba bien.
Joris era pelirrojo y tenía el pelo corto, sus ojos eran de un color gris azulado muy bonito y su mirada era muy profunda, notabas cómo te atravesaba y te recorría de arriba a abajo, una sensación rara pero, de alguna manera u otra, agradable. Era un poquito más bajo que Jeremy y Maxime, pero igual de delgado. Era el más informal, por así decirlo, del grupo, iba con unos pitillos sueltos que dejaban ver parte de su trasero y chaqueta de cuero, llevaba unas vans anchas y un gorro. (Muy cuqui él.)
Gael aportaba un toque "étnico" al grupo, por lo demás, monótono. Tenía la piel morena, de un color café con leche y el pelo castaño oscuro y ligeramente ondulado. Lane se quedó sorprendida y fascinada cuando vio sus ojos azules verdosos, eran realmente bonitos. Sus padre era de familia india y su madre de la clase alta de París, por lo que siempre había vivido bien y se había vestido bien. Pero las apariencias engañan y no era tan pijo como podía parecer, era justamente todo lo contrario. Era el más bajito de los cuatro y un poco más alto que Lane. 
Fueron todos juntos charlando animadamente en dirección a un McDonnalds, ya que era demasiado tarde para comer en cualquier otro sitio. Allí había unos chicos que parecían conocerles y esperarles y, ciertamente, lo hacían. Eran dos chicos y una chica. Uno de los chicos se llamaba Eugéne (se pronuncia Euyín). Era, muy probablemente, el más fuerte de todos. Tenía el pelo negro, como boca de lobo, y los ojos de un azul tan clarito que, si hubiese sido el color de un objeto, parecería casi transparente y que, alrededor de la pupila, tenía un color turquesa muy bonito. Vestía unos levi's, unas converse y una sudadera negra con pelitos dentro. No tenía un look más allá de lo normal. Al lado suyo estaba la chica, Fanfan (se pronuncia Fanfán), que estaba abrazada a él y tenía la cabeza apoyada en su hombro. Era muy guapa. Tenía el pelo corto, a la altura de la barbilla, y el flequillo un poquito más arriba de las cejas. Sus ojos eran castaños, como su pelo, nada especialmente impactante, pero transmitían mucha seguridad. Su delantera no era nada del otro mundo pero, aún así, era guapísima. Llevaba una chaquetita pegada al cuerpo y unos vaqueros anchos, sin llegar a soltarse de su cintura. El último, Jérome, era rubio con reflejos de un rubio más oscuro pero, a la vez, naturales. Sus ojos grandes y redondos (aclaración estúpida ya que los ojos no pueden ser cuadrados xD) eran de color verde oscuro, casi marrón, pero no por ello menos bonitos. Era tan alto como Joris y tenían un estilo bastante similar a la hora de vestir. 
Se presentaron y entraron a comer sin más dilación. En cuanto tuvieron la comida, se sentaron y charlaron todos juntos. Sophie y Lane hablaban con Fanfan, que resultó ser muy agradable pero si consumías sus conversaciones en pequeñas dosis, aún así, no iban a crear malos rollos el primer día.  Entonces, justo cuando Fanfan les contaba su último viaje a Roma, Lane notó algo raro. Su vista se quedó perdida un momento y, disculpándose, interrumpió a Fanfan para decirle a Sophie:
-Oye, ésa... ¿ésa no es la del avión?
Sophie miró en la dirección que señalaba Lane y, al instante y con mucho canteo, se giraron todos a mirar. Sophie dudó un momento y luego asintió. Lane se fijó que estaba con otra chica de pelo castaño liso y largo y ojos marrones, muy guapa también. Se acercó a ellas y se inclinó, apoyándose en la mesa, con rostro amable y se dirigió a la muchacha pelirroja, especialmente.
-Hola, ¿tú estabas en el vuelo de esta mañana desde Londres?
-Ehmm, sí-contestó la chica dudosa pero sonriente y amable.
-Ah, yo soy la chica que se chocó contigo, ¿te acuerdas? Yo me llamo Lane.
-Mais, oui...Sí, me acuerdo. Ja ja. Yo me llamo Audrey (se pronuncia Odrí) y ella es Charlotte.(se pronuncia Sharlót)
-Encantada-dijeron las dos a la vez (Charlotte y Lane), con una sonrisa.
-Bueno, chicas... Nosotras estamos con unos amigos-dijo Lane señalando la mesa en la que se encontraban-, si queréis, venid. Hay sitio para dos más y, si no lo hay, lo encontramos.
Las dos chicas se miraron, miraron a Lane y, por último, a los chicos y encogieron los hombros, como diciendo: "¿Por qué no?", a la vez que cogían sus cosas y seguían a Lane.
-Charlotte, Audrey  ellos son-tomó aire exageradamente y empezó a nombrarles- Jeremy, Joris, Gaël, Maxime, Sophie, Fanfan, Eugéne y Jérome. Multitud, ellas son Charlotte y Audrey.
Lane y Sophie notaron la mirada de "interés" que Audrey y Jeremy compartieron y, acto seguido, se sentó a su lado. Lane guió a Charlotte con ella y comenzaron a charlar entretenidamente las cuatro (Sophie, Lane, Charlotte y Fanfan). Charlotte les contó que era de Toulouse pero que había vivido con su madre, en París, desde los 4 años porque su padre las había abandonado y su madre decidió mudarse con ella a otro lugar. Les contó que había ido varias veces a Londres y que ahora vivía con Audrey en un apartamento en París. Era una chica muy simpática y agradable y Lane y ella congeniaron rápidamente.
Cuando terminaron de comer salieron todos juntos a dar una vuelta y Lane se acercó a Jeremy por detrás, aprovechando que estaba solo, y le sopló en la oreja. Él se giró y sonrió tiernamente.
-Los chicos te mandan besos-dijo Lane mientras cogía su mano.
Jeremy volvió a sonreír y apretó con más fuerza.
-¿Y con Audrey, qué?-preguntó levantando las cejas burlonamente.
-Nada, la acabo de conocer. Es muy maja y, para qué negarlo, guapa también.
Los dos rieron fuertemente y siguieron hablando de sus chorradas, mientras la cara de Audrey cambiaba un poco confundiendo lo que veía delante de sus ojos. Sophie se dio cuenta e intentó despreocuparla:
-No le des importancia... Es, simplemente, que son mejores amigos de toda la vida, se adoran y nada ni nadie les ha podido separar nunca-dijo como indirecta hacia Audrey para que no cometiese errores de los que arrepentirse luego. Porque, como dicen, mejor prevenir que curar.
Audrey asintió más tranquila e hizo caso omiso. Mientras tanto, Fanfan y Eugéne iban separados del grupo charlando y besándose. Lane se giró y les vio y, con melancolía, recordó a Dougie. Una vez más. Sacudió la cabeza y miró hacia delante intentando sacar la imagen de Doug de su cabeza y no le fue tan difícil cuando Jérome, Joris, Gaël y Maxime se acercaron a ellos y se pusieron a charlar entretenidamente con ellos de estupideces varias.
Pasaron la tarde todos juntos en una plaza muy bonita y se conocieron todos bastante bien. Audrey y Charlotte cambiaron los teléfonos con todos y quedaron en salir con ellos a hacer turismo un día de esos. A las diez las dos chicas se despidieron y cada grupo fue por un lado. Los nueve restantes se dirigieron a casa de Jeremy a cenar y ver una peli. Pero sólo era el comienzo de unas vacaciones bastante... ¿divertidas?

miércoles, 5 de enero de 2011

25.

25.
"I laughed the loudest who would have known".


Jeremy detuvo el coche y salieron. Era una calle estrecha, con edificios antiguos, librerías pequeñas y bares "vintage". Era un lugar muy bonito. Jeremy miró sus caras de flipe mientras sujetaba el portal y sonreía. Entraron en el portal número 36, el de Jeremy, y miraron el interior del edificio: las paredes eran de un color amarillo anaranjado y, el techo, blanco, la entrada era estrecha y casi toda la pared de la derecha estaba cubierta por los buzones de los apartamentos.  El pasillo estrecho y recto terminaba en unas escaleras antiguas de madera, de ésas que chirrían cuando pisas y a la izquierda de éstas había un pequeño y viejo ascensor fuera de funcionamiento que casi ni se veía.
-Jeremy, ¿en qué piso vives?-preguntó Sophie preocupada, cuando vio que el ascensor no funcionaba.
-En el 5º.
-Ahh..., y..., ¿cuántos pisos son?-preguntó de nuevo con cara de desesperación.
Jeremy sonrió y contestó:
-Cinco.
Sophie murmuró algo por lo bajinis y subieron las escaleras. Una planta y Sophie ya estaba exhausta y jadeante. Pero lo consiguió, subió hasta la quinta planta, con el corazón en las manos. Jeremy y Lane se reían y Sophie se apoyó en el hombro de su amiga para poder respirar. Abrió la puerta y las dejó entrar sin las maletas, ya que éstas seguían en el coche. En la entrada había un espejo, una percha y un baño pequeño, un largo pasillo de paredes blancas que terminaba en un salón-comedor. Recorrieron el pasillo, precedidos por Jeremy, admirando cada detalle de la casa. Al final del pasillo, a la derecha, estaba la cocina, aparentemente vacía. Llegaron al salón y allí había tres chicos: comenzaban las presentaciones. 
Los chavales apartaron la vista del televisor y las miraron, levantándose y se acercaron.
-Sophie, Lane, ellos son Maxime (se pronuncia Maxím), Joris (se pronuncia Yorís) y Gael (se pronuncia Gaél).
Lane y Sophie le dieron cuatro besos a cada uno, como es debido en Francia, repiendo su nombre antes de hacerlo. Jeremy en broma le tendió la mano a Lane y dijo:
-Encantado, yo soy Jeremy, ¿tú cómo te llamas?
-Well..., you..., you can call me anything you want (Bueno, tú, tú puedes llamarme como quieras)-contestó Lane con fingida cara seductora.
-Uy, si se nos pone cinéfila la niña-dijo Jeremy con sarcasmo pero sin soltar su mano.
Lane sonrió.
-Exacto.
-Uhhmm, eso se lo dice a Val Kilmer, Bruce Wayne, Drew Barrymore en Batman Forever, ¿me equivoco?
-Muy bien, Jeremy, muy bien. Así me gusta, con cultura cinematográfica, como tiene que ser... Ahora, si no te importa..., ¿me sueltas la mano?
Jeremy se rió y dejó su mano libre justo a tiempo para poder coger el teléfono. Miró el remitente: Tom. Una sonrisa iluminó su rostro.
-Sophie, luego te paso con Danny, si quieres.
Sophie asintió y Lane se alejó un poco para cogerlo.
-¿Hola? ¿Pizza Hut?
-Sí, al habla-contestó esa voz tan familiar en un tono alegre y risueño.
-¿Y mi pedido? Debería haber llegado ya... mira que os denuncio, ¡eh!
Los dos rieron y Tom habló.
-¿Qué tal, mi niña?
-Bueno, bien. Acabamos de llegar a casa de Jeremy y eso... pero os echo de menos.
-Ya, nosotros a ti también. En todos los conciertos alguna canción es para ti y Dougie últimamente está fatal, a ver si hablas hoy con él y le animas un poco.
-¿En serio?-dijo Lane entre preocupada y aliviada, sí, se acordaba de ella.
-En serio-sentenció Tom.
-Puf, bueno..., ¿tú qué tal?
-Cansadísimo, como todos, y echando de menos una buena siesta...
-Si tú estás así no me imagino cómo estará Danny...-contestó Lane riéndose.
-Danny está que se cae por las paredes. Si no fuese por el café...
Los dos rieron y escuchó atrás voces pidiendo el teléfono.
-Bueno, enana, te echo de menos. Manda un beso a Jeremy de mi parte. 
-Así lo haré. Te quiero.
-Y yo, te dejo con el zombie.
Lane rió y escuchó la voz de ronca y hermosa de Danny al otro lado del teléfono:
-¡¿Hoooolaaaa?!
-Danny, no hace falta que grites, te escucho.
-¿Sí?, ¿sí? Probando, ¡¡¡PROBANDO!!!
Lane no pudo evitar una sonrisa.
-Eres idiota.
Escuchó su sonora risa al otro lado del teléfono y se le escapó una lágrimilla.
-Lo sé, y a mucha honra, ¡hombre ya!
-Ja ja ja, ¿qué tal estás, tontillo?
-Pues bien, pero te echo de menos a ti y a Sophie, ¿está bien?
Lane se giró a mirar a su amiga y volvió a darse la vuelta.
-Sí, está bien, ¿quieres hablar con ella?
-No, prefiero que no. Tú ya lo sabes, ¿no?-preguntó un poco confuso y curioso.
-¿Lo del tiempo? Sí, lo sé.
-¿Ahora eres adivina, o qué?-dijo él entre risas, como para cambiar de tema.
-Sí, tu futuro es negro...
-Porque no estás tú.
-Danny, no me hagas ponerme sentimental, que te pego, ¡eh!
Danny se rió y chilló con una voz de pito impresionante justo en el móvil.
-¡DIOS DANNY! ME CAGO EN TU VIDA.
Danny volvió a reír, con esa risa que te llega y que hace que no te puedas enfadar con él, aunque chille en tu oído.
-Lane, te dejo con el gordo-dijo Danny refiriéndose a Harry-. Te quiero, enana. A ver si te veo prontito.
Lane cogió aire y gritó lo más alto que pudo:
-¡Te quiero!
Joris, Maxime y Gael la miraron con una mezcla de miedo y asombro, mientras que Jeremy y Sophie se rieron.
-Ja ja ja que niña más graciosa-contestó risueño.
-Más o menos como tú.
Danny se rió y le pasó el teléfono a Harry.
-Queremos turrón, turrón, turrón... ¡Antiuxixona!-canturreó Harry al otro lado del teléfono.
Lane se rió y dijo:
-Joderr... ¿dónde me he metido yo? Cada uno peor que el otro...¡Quién me manda a mí!
Harry se rió.
-¿Qué tal, turrona?
-Bien, echándoos de menos, ¿tú?
-Bueno, bien... últimamente de cama en cama, pero bien.
-¿Cómo que el turroncín este va de putonisas por ahí? 
-No quiero enamorarme de nadie, por ahora. Ni que se enamoren de mí. No quiero repetir lo de Ally. Hablando de Ally, ¿qué tal está ella?
-Pues bien, mejor. No vino a París porque ha conocido a alguien y, bueno, quería intentarlo por allí.
-Ja ja ja, eso está bien.
-Sí, mejor que emparanoiada por ti...
-Sí, la verdad es que sí... Pero podía sentirme importante, eso sí.
Lane se rió con su comentario estúpido.
-Algo bueno se puede sacar de aquello.
-Por supuesto-contestó firmemente.
-¿Qué tal va la gira, turrón?
-Pues bien, acarreando a un zombie y a un moribundo llorón. Pero bien.
Lane se rió y pensó en Dougie, quería hablar con él, YA.
-Bueno, enana, sé que ese silencio quiere decir que te pase al moribundo llorón, a ver si me lo revives. 
-Lo intentaré. Te quiero, feo. 
-Y yo, te echo de menos rubia.
Lane sonrió y la voz dulce, SU voz dulce, sonó al otro lado del aparato.
-¿Correos?
-Sí, ¿qué desea?
-A mi cartero sexy.
-¿Envío exprés o normal?
-Exprés y envuelto para regalo.
-Así se hará.
-Te quiero.
-Te amo.
Sonrió meláncolica y no pudo evitar las lágrimas descontroladas que salían directamente del corazón al escuchar su voz. Sin quererlo, estuvieron hablando casi dos horas. Dos horas en las que le revivió, le devolvió la sonrisa y las ganas y se vio ella fuerte como para seguir adelante un poco más. Colgaron cuando los chicos empezaron a tener hambre y, cuando colgó, ya habían subido las maletas y se habían puesto el abrigo para ir a comer fuera. Lane se secó rápidamente las lágrimas y les alcanzó en la puerta, enzarzándose en una conversación con Maxime y Joris.
Tenía el presentimiento de que las cosas en París irían bien. Muy bien. Sonrió y volvió a poner los pies en la tierra parisina.

lunes, 3 de enero de 2011

24.

Este para María, que no va a dormir esta noche... xD
Que sepas que creo en Picachu, es mi Dios. 
Te quiero tontilla. :)
Maiia, gracias por meterme en tu fic y vosotros ya lo estais leyendo ¬¬: holdmeclose.metroblog.com 
Bueno gracias a todos por leerlo, se os quiere :) http://youmakemyliveworthwile.metroblog.com
El fic de María, leedlo!! -.-' 
Ale! Que vaya bien!! :P




24.
"I'm thinking of you".


Mientras tanto en Bélgica...


Los chicos estaban en constante movimiento. Si no eran conciertos eran ensayos, si no eran ensayos eran ruedas de prensa o entrevistas, si no eran entrevistas eran sesiones de fotos, si no eran sesiones de fotos eran "meet&greets". Siempre había algo y, si no lo había, habían tenido algo un ratito antes y estaban muertos de cansancio. La verdad es que se sentía el estrés en el ambiente: todos echaban de menos Londres o alguna cosa en particular y con el trabajo sumado no se hacía mucho más fácil..., pero ver a toda esa gente feliz de verles en concierto, de tenerles relativamente cerca...eso, eso les llenaba y todo lo demás quedaba en segundo plano. Sabían que su trabajo no era tan importante para la sociedad como un médico, un bombero o un policía (tomadlo como un chiste lo del policía...) pero hacían felices a miles de personas y eso, al fin y al cabo, es algo bastante importante. 
Estaban parando en un Eurostar (hotel) y compartían una suit enorme. Sí, podrían tener cada uno una habitación pero, como no pasarían mucho tiempo en la habitación y si pasaban algo de tiempo allí la mitad sería ensayando, un cuarto durmiendo y el otro reservado para actividades más sociales, decidieron recortar gastos y hacer el sacrificio de compartir habitación los cuatro. Además, Tom estaba convencido de que así recuperarían todo tipo de confianza que pudiera haberse perdido. Y, a pesar del cansancio y del poco tiempo de ocio que tenían, encontraban la manera de pasarlo en grande. Pero, aún así, Dougie estaba completamente ausente; Danny, bueno, de Danny no se puede esperar mucho mentalmente hablando: un pensamiento por vez y no me pidas más; Harry..., Harry lo único que quería era algo de compañía femenina y se las apañaba como podía; y Tom lo único que echaba de menos era a Giovanna, su novia, y a Lane para levantar los ánimos. Según su parecer, hacía falta algo de compañía femenina de vez en cuando.
Era la una del mediodía y los chicos bajaron a comer. Todos menos Doug y Harry, que se quedó a hablar con él.
Dougie estaba espatarrado en un sofá individual, con las piernas en un reposabrazos y las manos en la tripa (obviamente no las tenía dentro de la tripa, sino encima ._. xD), Harry se acercó a él y se sentó en una silla, mirándole fijamente.
-¿Qué quieres, Judd?-dijo sin siquiera mirarle a la cara.
-Saber qué le pasa a mi amigo, Poynter. Éso quiero.
Dougie resopló, pero no era un resoplido de cansancio o hartazgo, era un resoplido de no saber qué hacer o decir, de incertidumbre.
-Nada, no me pasa nada.
-Sí, tienes razón. ¿Qué te va a pasar a ti?, no se cómo se me ha pasado por la cabeza-contestó Harry seria y sarcásticamente-. ¿Tú te crees que soy tonto, o qué?
Dougie se giró le miró y contestó:
-No me hagas contestar...
Harry sonrió falsamente y le dio una colleja.
-En serio, Doug, ¿qué te pasa?-preguntó preocupado.
-Que se va a París, que no sé qué coño va a pasar ahora. Tengo miedo, joder. ¿Y si se enamora de un Franchute de éstos y no quiere volver conmigo? ¿Y si... y si le pongo yo los centauros (cuernos) a ella? ¿Y si me deja de querer, me olvida y no quiere saber nada de mí? La distancia hace cambiar los sentimientos. Puf, la echo de menos...
-¿En serio, Doug, en serio? Si el otro día me mandó un mensaje preguntando si te pasaba algo, que por qué no le habías contestado el sms que te mandó. Os echáis de menos, os queréis. No te ralles, porque es un sinsentido.
Doug decidió darle la razón y se levantó del sofá para abrazar a su amigo. Contestó el mensaje con un simple: "Todo bien. Tq" y bajaron a comer.


Back to London...


El avión salía a las 11 de la mañana, tenían que estar a las 9 y media en el aeropuerto. Eran las  8 de la mañana y ya se había metido en la ducha, después de llamar a Sophie y asegurarse de que se levantaba, para prepararse y recogerla a las 9 en su casa. El avión salía desde Gatwick, ya que volaban con una compañía low-coast y los aviones dirección París salían desde allí. Salió de la ducha y se envolvió con la toalla frotándose los ojos y sonriendo. Tenía los pasajes en la mesa, junto con el pasaporte y se quedó mirándolos un momento: "Sí, sí, sí, ¡SÍ!". Salió de su ensimismamiento y se vistió, se dirigió a la cocina y desayunó un bol de cereales con leche, en silencio, en un silencio funerario. Sí, se notaba que Fred no estaba, le echaba de menos.   guardó los cosméticos, el peine y el cepillo en la maleta y metió los pasajes y el pasaporte en el bolso. Miró el móvil: un mensaje de Dougie, lo leyó, sonrió y guardó el móvil en el bolso. Sonó el telefonillo:
-Ahora bajo, Sophie.
Colgó. Cogió las cosas y echó una mirada rápida y melancólica a su casa vacía, cogió las llaves y salió. Cerró con cerrojo y bajó en el ascensor a reunirse con su amiga del alma. Se sonrieron y emprendieron camino sumidas en una charla interminable.
-¿Quién nos recoge?-preguntó Sophie.
-Jeremy. Le he contado que venías y me ha dicho que le hacía ilu verte y tal.
-Normal, yo también querría verme.
-Puta egocéntrica-contestó Lane riendo y empujándola.


Se sentó en el lado del pasillo, era su lado favorito porque así, si tenía que ir al baño, no tenía necesidad de pedirle permiso  a nadie, era más cómodo. Sophie se había dormido en su hombro (apoyada en él, no dentro del hombro, obviamente. xD) y ella la miraba. Pensaba en todo lo que había pasado en el mes y medio que llevaba de vacaciones y sonreía. Había buenas cosas y otras más malas pero las buenas superaban las otras con creces. El tiempo pasaba mientras Lane pensaba y escuchaba música, sonaba Sheena is a Punk Rocker de Yeah Yeah Yeahs y ella sonreía. Eran las diez y media, en tan sólo media hora pondrían pie en tierra francesa. La emoción invadía su cuerpo y la alegría nublaba su mente. 
-Passengers, please, put your seat bealts on...
Sí, eso quería decir que estaban aterrizando. Se ajustó el cinturón, apagó y guardó el iPod y despertó a Sophie:
-Tía, hemos llegado, despierta coñe.
Sophie la miró mal y se ajustó el cinturón. Se miraron, sonrieron y entrelazaron sus manos con emoción y expectación. Una nueva aventura esperaba paciente en París y ellas llegaban para buscarla y dispuestas a encontrarla. Se levantaron después del aterrizaje y se dirigieron al pasillo, pero iban tan distraídas hablando que Lane se chocó con una chica pelirroja con el cabello liso y sedoso, alta, de ojos de un color miel hermoso, guapísima. La miró, sonrió.
-Excuse moi...je..-dijo la chica amablemente.
-Oh, ehm... I'm so sorry, I don't speak French. I didn't see you-contestó Lane en su lengua materna, dejando pasar a la chica delante de ellas. (he escrito lo que dice Lane en inglés para resaltar la diferencia entre los idiomas que hablan las dos chicas pero, por si es necesario, dice: Lo siento mucho, no hablo francés. No te había visto.) La chica era muy delgada y tenía una buena delantera y un trasero del que no podía quejarse, era realmente guapa.
Después de hacer todo lo que tenían que hacer, salieron al aeropuerto y le vieron. Jeremy estaba ahí el primero con una sonrisa esperándolas. Lane corrió hacia él y le abrazó fuertemente.
-Te he echado de menos, cabrón.
-Y yo a ti, petarda.
Se sonrieron y saludó a Sophie. Emprendieron la marcha y subieron al coche de Jeremy. Recorrieron calles y calles, edificios, restaurantes, bares, gente, coches y una sonrisa en sus caras. Ahora sólo quedaba esperar a ver qué les deparaban las vacaciones en París.

sábado, 1 de enero de 2011

23.

23.
"Time has come to say goodbye. Sun is setting in the sky, it's over, over..."


Se levantó a las nueve y media de la mañana con la certeza de haber dormido demasiado poco. Miró el móvil, pero no había ningún mensaje nuevo. Prefería no pensarlo.
Con prisa fue al baño, se lavó la cara y se enjuagó la boca, volvió a la habitación y se puso una de las camisetas de Doug, la que más le gustaba, la que llevaba cuando se chocó con él, y la falda que llevaba ella ese día. Se puso unas sandalias estilo romano negras y fue a desayunar. Y, esta vez, recordó lo que siempre le decía su padre: "La fruta es mejor comerla en ayunas", ésto se lo decía mucho de pequeña y, con una sonrisa que rápidamente se desvaneció, cogió una mandarina y la peló. Comió en silencio unos cereales y despertó a su hermano con un beso la frente:
-Enano, me voy a Camden. Volveré por la tarde, llama a algún amigo para que se venga, no le abras la puerta a nadie y recuerda que te quiero y que tienes que hacer la maleta porque te vas mañana. Si quieres llamo a papá...
Fred sonrió y cogió el teléfono para llamar a su mejor amigo, que vivía en el portal de al lado. A los 5 minutos ya estaba en casa y ella llegaba tarde. 
Fue al baño y se pintó la raya, se lavó los dientes y cogió el bolso con dinero y el móvil, que tiempo atrás le había regalado Doug, y las llaves. Se despidió de los chicos con un beso apresurado y salió, cerrando la puerta con llave tras de sí. Se puso los cascos del iPod y miró la hora: diez menos diez. A lo mejor, con mucha suerte llegaba, quién sabe. Por si acaso le mandó un mensaje a las chicas diciendo que llegaba un pelín tarde. Bajó las escaleras del metro y, con mucha rapidez, se dirigió a su andén. Minutos después llegó el metro y en su iPod sonaba Ignorance, no estaba muy segura del porqué pero le encantaba esa canción... 
-Next stop: Camden Station-la voz grabada anunció su parada y, como si tuviese un resorte en el trasero, se levantó y se aproximó a la puerta, sonriendo a una anciana que la miraba con mala cara. Salió casi corriendo y se dirigió a la salida: diez y veinticinco, las chicas la iban a matar pero el daño ya estaba hecho. 
Salió a la superficie y la vio. Sophie esperaba paciente a sus amigas, lo más extraño era que estaba sola y Ally solía ser la más puntual... Vio su cara, quería hablar. Después de tantos años la conocía perfectamente, casi como se conocía a sí misma... Se apresuró más de lo que ya estaba y la abrazó.
-¿Y Ally?- preguntó preocupada.
-Le dije que viniese a las once, sabía que llegarías tarde. Y, por cierto...
-Tienes que hablar conmigo-dijo Lane interrumpiéndola con una sonrisa.
Se sentaron en un banco cercano desde el que veían la salida de la estación y, a la vez, estaban menos metidos en la muchedumbre juvenil que iba a Camden con la intención de comprar ropa y pasar un buen rato. 
-Dime, ¿de qué se trata?-preguntó mirando fijamente los ojos azules grisáceos de su amiga.
-Danny...
-¿Qué ha pasado?
-Pues, se han ido de gira y hemos cortado... Decisión mutua. Me dijo que me quería pero que veía que ahora mismo nuestra relación estaba vacía, que no quería sólo sexo de mí y que quería tiempo para pensar pero que tenía la esperanza de que, cuando volviese, pudiésemos hablar sobre nuestra relación de nuevo y decidir qué pasaría con nosotros. Yo le dije que estaba de acuerdo y que le echaría de menos. Y él me dijo que no tenía pensado estar con ninguna otra chica ni que yo estuviese con otro chico pero que si pasaba no me lo reprocharía y que esperaba que yo tampoco lo hiciese. Me sonrió como sólo el sabe y me besó como si fuese el fin del mundo y me dijo: "No sé cómo sobreviviré sin ti..." . 
-Ya..., pero le echas de menos, ¿me equivoco?-aventuró Lane arqueando las cejas.
-No, no te equivocas... Y lo odio.
Se sonrieron y se abrazaron y , cuando se separaron, Lane le dijo:
-Confía en él, te quiere mucho por lo que me han contado, sino no se tomaría esta molestia y directamente te dejaría.
-Tienes razón y, por lo que veo, tu también tienes algo que contar, ¿no?-esta vez fue Sophie quien arqueó las cejas en señal de interrogación y Lane sonri pícara mientras contestaba:
-Tendrás que esperar a que llegue Ally, ¡cotilla!
Sophie se resignó y, entre risas, se dirigieron a la puerta de la estación a esperar a su amiga. Eran las once menos cinco y la vieron salir con una sonrisa en la cara. Se saludaron y emprendieron, de la mano, rumbo al interior de la muchedumbre.
-Bueno..., Lane, ¡CUENTA!-pidió Sophie ansiosa.
-A ver..., que...yo...me voy de Londres-lo último lo soltó de sopetón, como una bala, rápido y conciso.
-¡¿QUÉ?!-dijeron sus dos amigas a la vez mientras la miraban con asombro y paraban en seco para mirarla fijamente en busca de una explicación.
-¡No me matéis, por favor! Bien, lo que viene a suceder aquí es que James está en la cárcel y los chicos están de gira y no me siento capaz de olvidar todo lo ocurrido con James, aquí, en Londres y sin los chicos de mis ojos. He hablado con Jeremy y me voy a París, pasado mañana.
Las tres se quedaron en silencio un momento, un silencio que rompió Ally:
-Bueno, yo quería contaros que he conocido a alguien pero... 
Sus amigas sonrieron y la felicitaron y Lane añadió:
-Si queréis venir conmigo estáis siempre invitadas. Pienso volver cuando la gira de los chicos termine y, si no venís, mantendré contacto con vosotras, es decir, no lo toméis como el fin del mundo porque no lo es... ¿Qué me decís?¿Alguna se apunta?
-Yo no, lo siento. Pero quiero quedarme a intentarlo con este chico...
-¡Yo sí me apunto! Me vendrá bien empezar de cero, conocer París y parisinos-dijo Sophie sonriente y con ganas.
-Bueno, ¡guay! ¿Os quedáis esta noche en mi casa?-propuso Lane feliz con la idea de pasar un tiempo con su mejor amiga en París.
-Perfecto-contestó Ally por las dos y, por petición de las chicas, procedió a una descripción detallada de su ligue y de cómo se conocieron.
Mientras escuchaban a su amiga miraron ropa en varios puestos y entraron en unas cuantas tiendas. Finalmente Ally se compró una camiseta ancha y larga que ponía "I'm gonna... FUCK YOU" y unos pendientes de plata, Sophie se compró unos pitillo vaqueros que parecían desgastados y un gorro negro y Lane se compró una camiseta de London Calling y unos shorts. Después de las compras fueron a comer a un puesto de comida china, de los muchos que había, y, entre risas y paridas, pasaron la tarde.
A las nueve y media llegaron a casa, muertas de caminar y estaban Fred y sus amigos jugando a la Play.
-Esperadme un momento, ahora vengo.
Tocó la puerta de la habitación de su hermano y abrió. Eran cuatro además de él: Ralph, Louis, Nate y Mark. Fred y Mark jugaban a la Play y Nate, Ralph y Louis miraban unas revistas que quién sabe de dónde las habrían sacado. Los cuatro eran muy simpáticos y les conocía desde que eran enanos y Nate y Mark siempre le parecieron especialmente guapos, pero los cinco eran los ligones, por así decirlo, del curso. 
Nate, desde que tuvo la edad suficiente para aprovecharse de sus dones, había intentado ligar con ella. Era muy gracioso porque cada vez que la veía le echaba piropos y se le insinuaba pero lo peor era que, probablemente, si hubiese sido más mayor habría dado algún resultado.
Cuando abrió la puerta, Nate, Ralph y Louis se giraron súbitamente dejando así ver que estaban haciendo algo que probablemente no deberían estar haciendo pero Nate lo disimuló levantándose y acercándose a ella con cara de seductor y soltó:
-Y, dime, ¿qué le trae a una preciosidad como esta por aquí?
Lane le sonrió y contestó para todos:
-¿Os quedáis todos a dormir y salís juntos mañana al campamento? 
Los cinco contestaron afirmativamente y ella añadió antes de irse:
-Pues, en un ratito hago la cena y mañana mis amigas y yo os acompañamos hasta donde os recogen, ¿vale?
-Me parece bien. Siempre y cuando tus amigas sean tan guapas como tú, nena-dijo Nate sonriendo.
Lane se agachó le besó la mejilla, le revolvió el pelo y se fue, dejándole sonrojado y sonriente. Lane sonrió para sí y volvió con sus amigas.


La despedida de su hermano fue bastante dura pero lo consiguió. Se separaron y se desearon suerte, ya se verían a la vuelta. Se alegró de verle partir junto a sus amigos, era el primer año de campamento y sabía que los cinco iban a arrasar por allí. Ya le interrogaría cuando volviese...
Dedicó el tiempo que tenía a sacar los pasajes y prepararlo todo junto a Sophie. Vacaciones en París, con ella. Sería genial.
Metió todo en la maleta y se dedicó a pensar en Dougie. Qué difícil era sin ellos... Abrió su Facebook y vio un mensaje privado de Danny, una parrafada de parte de todos y de él que la hizo llorar. Le decían que la gira iba bien, que Doug la echaba de menos, Danny le contaba lo ocurrido con Sophie, le preguntaban sobre James, dónde estaba y le contaban que estaban en Bélgica. Tom estaba contento, la echaba de menos pero le prometían que la llamarían pronto, en cuanto pudiesen. No decían mucho de Dougie pero saber que se acordaba de ella la reconfortó un poco. Les contó lo de James, que iba con Sophie a París y que esperaba ansiosa esa llamada, que les echaba de menos y que les quería. Cerró el Facebook y se tumbó en la cama. Sólo una noche y viajaría a París. Lejos entonces de la cama donde compartió tantos momentos con Doug y de la casa donde vivió tantas cosas que la marcarían para siempre. Sí, un nuevo comienzo. Una nueva era. Ellos, con suerte, seguirían en su vida pero James cambiaría de lugar en su memoria. 
Sí, estaba lista para el cambio. Lista para averiguar qué le deparaba el futuro.