Este a Amaia, que hoy es su cumple^^.
Guaposa mía, que sabes que te quiero y que te deseo todo lo mejor.
Aquí pa todo, vida! ;D Tequiero
Carmen: Lo que me despollo con nuestras paridas no es normal. Gracias, Tequiero :) xDDD (losiento, tenia que ponerlo).
Espero que os gustee... :D
22.
"Let it go".
Se tumbó en la cama con el teléfono en la oreja y le escuchó, sonriente. Jeremy le contaba cómo estaba, cómo era su nuevo piso, cómo le iba en el trabajo, en los estudios, que seguía tocando la guitarra y cantando de vez en cuando... Le contaba todo, le contaba su vida y a ella le gustaba escucharle. Su voz cálida al otro lado del teléfono, se sentía más cerca de él.
Vidas compartidas.
-¿Y tú?¿Qué hay de nuevo viejo?
Lane sonrió.
-Bueno... Los chicos se han ido ya de gira así que estoy pensando en irme de Londres un tiempo y hacerte una visita hasta que vuelvan los chicos. Si tú quieres, claro...
-¡Cómo no voy a querer, enana!-dijo entusiasmado y añadió con voz perversa-: Verás lo bien que nos lo vamos a pasar...
Lane se rió y dijo:
-Sí, haremos cosas perversas..., ¡RAWR! Por cierto y cambiando un poquito de tema, tu madre y mi madre se han ido de vacaciones. A Sicilia, ¿lo sabías?
-No, ¿por qué?
-Porque el otro día vine a casa y mi madre y mi padre estaban discutiendo y le dije a mi padre que se fuera de casa y se van a divorciar. Me llevé a Fred a casa de los chicos conmigo y cuando volvimos había una nota que decía que se había ido con tu madre y ha dejado un poco de dinero pero en unos días mi hermano se va de campamento así que lo usaré para mi propio beneficio.
-¡Y parecía tonta aquí la compañera!-dijo Jeremy entre risas.
-¿Tonta? ¿Yo? Pues claro, soy rubia. Pero si hay dinero habrá que gastarlo, ¿no?
-Me parece razonable... Pero no te vayas de putas, que nos conocemos.
-Jopetas, papi. Me has pillado, soy toda una guarrilla.
-¡LO SABíA! Lo sabía, lo sabía...
Entre risas entablaron una conversación lo más sensata posible y hablaron y rieron hasta las cuatro de la mañana, cuando los dos se caían de sueño. Pero, antes de irse a dormir, abrió Facebook: 1 comentario nuevo de Dougie que ponía "Te echo de menos. Te quiero, enana". Sonrió y le contestó justo en el momento en que se abrió una conversación de chat de Sophie diciendo: "¿Quedamos?". Sonrió y la agrandó un poco para escribir mejor.
Lane: Claro :D Cuando quieras, quedemos con Ally también ;P
Sophie: Va, ¿cuándo puedes?
Lane: Pues, entre mañana y pasado. Antes de que se vaya mi hermano. ¿Tú?
Sophie: Mañana me va bien. ¿Quedamos por la mañana y vamos a Camden y luego comida asiática?
Lane: Me parece bien. A las 10 en la salida de la estación de metro de Camden. Estoy muerta, ¿hablas tú con Ally?
Sophie: Guay. Te quiero. Hasta mañana ;)
Cerró la conversación y miró, o intentó mirar, el precio de algún vuelo barato a París. Rondaban los 100 euros ida y vuelta. Podía permitírselo. Cerró el ordenador, se quitó lo poco que llevaba y se tumbó en la cama con la vista fija en el techo.
Dougie.
Estaba en su mente. Cuando cerraba los ojos, cuando dormía, estaba siempre presente. Y le veía. La misma imagen de Dougie sonriendo invadía sus pensamientos. Sí, ese viaje le vendría bien.
Dougie.
Sintió su aliento acaraciarle la mejilla, como si estuviera allí, y su risa resonar en sus oídos. Sí, pensad que estaba loca. Loca de amor.
Cogió su móvil y tecleó rápidamente: "¿Qué tal la gira? ¿Cómo estáis? ¿Cómo estás tú, rubio feo? Os echo de menos. Te echo de menos. Te amo demasiado...", una lágrima manchó su rostro y la secó rápidamente, como si se avergozara de que la viesen, dejó el móvil en la mesa y se durmió esperando algo que muy probablemente no llegaría.
Sueños que te alejan de la realidad. Te esperanzan, te ilusionas y luego..., luego despiertas.
Y nada es como querías, nada es como soñabas, nada está bien. Todo se rompe en pedazos, tu vida es gris y triste. Hasta que un día dejas de tener sueños y ése día te das cuenta de lo importantes que son para mantenerte despierto. ¿Irónico? Puede, pero cierto. Gracias a los sueños te das cuenta de lo que es real y de lo que no, hasta que lo confundes y todo es uno. En ese momento tienes que mirar atrás y pensar, aunque para algunos pensar es una tarea difícil, tienes que hacerlo y darte cuenta en qué estás equivocado.
Tal vez un día seamos capaces de soñar sin hacernos falsas ilusiones. Pero cuando ese día llegue, querremos que termine. Nos daremos cuenta de que los sueños nos pueden joder pero nos mantienen vivos. Ésa es la pura realidad.
Y su realidad era que tenía que bajar de la nube y vivir en la Tierra de nuevo.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
domingo, 19 de diciembre de 2010
21.
21.
"So if you're lonely why would you say you're not lonely".
Las semanas pasaron y los chicos tenían que irse de gira. Así que, como le había dicho a Dougie que haría, compró entradas para los tres conciertos que harían en Inglaterra: Londres, Liverpool y Manchester (me lo he inventado por si no os habéis dado cuenta, no penséis que me baso en alguna gira en particular.. xD). Iba con ellos en avión y después, como una fan normal, hacía cola y se empujaba con todas para estar ahí la primera. Más tarde, como a una fan no tan normal, Harry le dedicó Not Alone con estas palabras literales:
-Te quiero Lane.
-¡Eh, Harry, no te pases con mi novia ni un pelo!-decía Dougie con fingido enfado.
Danny miró a Doug puso cara "triste" y dijo:
-No, Dougie, pensé que eras sólo mío...
Dougie le mandó un beso y Tom negando con la cabeza y sonriendo, sentenció:
-Lane, no les hagas caso, ya sabes que son un poco retrasados. ¡Te queremos, enana! Esta para ti.
Y, como una fan normal, se enamoraba de ellos y de su voz. Compartían hotel y se pasaban horas sentados en un sofá acurrucaditos hablando, viendo pelis, escuchando música, bebiendo..., y se levantaban en el mismo sofá con un dolor de cuello que mataba. Pero eso se terminó y los chicos se despidieron de ella en Liverpool, se fueron a un sitio que ella no escuchó porque estaba demasiado ocupada llorando y cogiendo un avión de regreso a Londres.
Todo oscuro. Todo gris. Todo vacío. Todo sin ellos. Sí, se notaba mucho la diferencia. Esa casa vacía donde poco tiempo antes había compartido conversaciones con Harry, gilipolleces con Danny, sonrisas con Tom y sexo con su rubio inútil, con Dougie Poynter. Subió las escaleras y cogió un poco de ropa de la habitación de Doug, la metió en la mochila y cerró la puerta a sus espaldas. Después, como un cuerpo sin vida o alegría, se dirigió a la habitación de Harry y tocó la batería hasta que se le durmieron los brazos y no pudo posponer más su partida. Cerró las ventanas, bajó las persianas, cerró las puertas, apagó las luces e hizo todo lo que pudo para ganar tiempo pero se tenía que ir, era la hora así que salió de la casa y cerró la puerta con llave y emprendió la marcha con Thunder de Boys Like Girls sonando en su iPod. Estaba llegando a su casa, una calle más y estaría abriendo la puerta del portal. Entonces le vio. Parecía colocado pero sabía dónde estaba y a quién esperaba: a ella. No, parecía que no se libraría de él nunca pero tampoco podía quedarse ahí toda la noche bueno, en realidad sí, pero no lo haría. Cogió valor de donde no lo tenía y caminó decidida hacia su casa, es decir, hacia él. Entonces, James se giró, la vio venir y sonrió maliciosamente. La cogió de la muñeca, la pegó a la pared y le arrancó los cascos de las orejas.
-Te estaba esperando-susurró en su oído y le besó el cuello mientras sentía sus manos subir por debajo de su camiseta.
Lane intentaba zafarse de sus zarpas pero la tenía bien aprisionada.
-James, déjame. ¿Qué llevas encima hoy?
Él negaba y sonreía mientras le tocaba los pechos y le hacía daño. No, no le producía ningún placer. Le hacía sentir que se iba a quedar sin ellos, le hacía demasiado daño.
-¡Ah! James, en serio, ¿qué te has metido?
-Nada, sólo un poquito de éxtasis, pero eso no importa.
-Sí, sí que importa. A mí sí. Me estás haciendo daño.
Hizo caso omiso y cogió su mano intentando meterla dentro de sus pantalones. Pero ella le vio venir y levantó con ímpetu la rodilla, que se estampó en su soldadito. Automáticamente recibió una buena bofetada y un cachete de los que duelen en el culo. Cogió su pelo y tiró inclinando su cabeza hacia un lado, mientras las lágrimas caían lentamente. Entonces las sirenas de un coche de la policía interrumpieron el silencio de la calle dejando a James sin posibilidad de escape. Lane se dejó caer al suelo con lágrimas que hacían que todo a su alrededor estuviera borroso. Escuchó las puertas del coche abrirse, los pasos de los policías que arrestaban a James mientras juraba que volvería a buscarla, les escuchó meterle en el coche y preguntarle a ella si estaba bien. Asintió y, a duras penas, les dijo que esa era su casa. Les escuchó marcharse y sintió alivio y ganas de escapar hasta que sus críos volvieran. Olvidar a James lejos de Londres, era lo mejor que podía hacer. Subió a su casa y se metió en la ducha mientras sentía el agua caliente sobre su cuerpo y el pecho ardía de dolor. Tenía marcas rojas allí donde James había puesto sus manos. Cerró los ojos y salió de la ducha. Se vistió y sonó su móvil, era Jeremy. Sonrió y lo cogió.
Decidido. Ya sabía adónde iría.
"So if you're lonely why would you say you're not lonely".
Las semanas pasaron y los chicos tenían que irse de gira. Así que, como le había dicho a Dougie que haría, compró entradas para los tres conciertos que harían en Inglaterra: Londres, Liverpool y Manchester (me lo he inventado por si no os habéis dado cuenta, no penséis que me baso en alguna gira en particular.. xD). Iba con ellos en avión y después, como una fan normal, hacía cola y se empujaba con todas para estar ahí la primera. Más tarde, como a una fan no tan normal, Harry le dedicó Not Alone con estas palabras literales:
-Te quiero Lane.
-¡Eh, Harry, no te pases con mi novia ni un pelo!-decía Dougie con fingido enfado.
Danny miró a Doug puso cara "triste" y dijo:
-No, Dougie, pensé que eras sólo mío...
Dougie le mandó un beso y Tom negando con la cabeza y sonriendo, sentenció:
-Lane, no les hagas caso, ya sabes que son un poco retrasados. ¡Te queremos, enana! Esta para ti.
Y, como una fan normal, se enamoraba de ellos y de su voz. Compartían hotel y se pasaban horas sentados en un sofá acurrucaditos hablando, viendo pelis, escuchando música, bebiendo..., y se levantaban en el mismo sofá con un dolor de cuello que mataba. Pero eso se terminó y los chicos se despidieron de ella en Liverpool, se fueron a un sitio que ella no escuchó porque estaba demasiado ocupada llorando y cogiendo un avión de regreso a Londres.
Todo oscuro. Todo gris. Todo vacío. Todo sin ellos. Sí, se notaba mucho la diferencia. Esa casa vacía donde poco tiempo antes había compartido conversaciones con Harry, gilipolleces con Danny, sonrisas con Tom y sexo con su rubio inútil, con Dougie Poynter. Subió las escaleras y cogió un poco de ropa de la habitación de Doug, la metió en la mochila y cerró la puerta a sus espaldas. Después, como un cuerpo sin vida o alegría, se dirigió a la habitación de Harry y tocó la batería hasta que se le durmieron los brazos y no pudo posponer más su partida. Cerró las ventanas, bajó las persianas, cerró las puertas, apagó las luces e hizo todo lo que pudo para ganar tiempo pero se tenía que ir, era la hora así que salió de la casa y cerró la puerta con llave y emprendió la marcha con Thunder de Boys Like Girls sonando en su iPod. Estaba llegando a su casa, una calle más y estaría abriendo la puerta del portal. Entonces le vio. Parecía colocado pero sabía dónde estaba y a quién esperaba: a ella. No, parecía que no se libraría de él nunca pero tampoco podía quedarse ahí toda la noche bueno, en realidad sí, pero no lo haría. Cogió valor de donde no lo tenía y caminó decidida hacia su casa, es decir, hacia él. Entonces, James se giró, la vio venir y sonrió maliciosamente. La cogió de la muñeca, la pegó a la pared y le arrancó los cascos de las orejas.
-Te estaba esperando-susurró en su oído y le besó el cuello mientras sentía sus manos subir por debajo de su camiseta.
Lane intentaba zafarse de sus zarpas pero la tenía bien aprisionada.
-James, déjame. ¿Qué llevas encima hoy?
Él negaba y sonreía mientras le tocaba los pechos y le hacía daño. No, no le producía ningún placer. Le hacía sentir que se iba a quedar sin ellos, le hacía demasiado daño.
-¡Ah! James, en serio, ¿qué te has metido?
-Nada, sólo un poquito de éxtasis, pero eso no importa.
-Sí, sí que importa. A mí sí. Me estás haciendo daño.
Hizo caso omiso y cogió su mano intentando meterla dentro de sus pantalones. Pero ella le vio venir y levantó con ímpetu la rodilla, que se estampó en su soldadito. Automáticamente recibió una buena bofetada y un cachete de los que duelen en el culo. Cogió su pelo y tiró inclinando su cabeza hacia un lado, mientras las lágrimas caían lentamente. Entonces las sirenas de un coche de la policía interrumpieron el silencio de la calle dejando a James sin posibilidad de escape. Lane se dejó caer al suelo con lágrimas que hacían que todo a su alrededor estuviera borroso. Escuchó las puertas del coche abrirse, los pasos de los policías que arrestaban a James mientras juraba que volvería a buscarla, les escuchó meterle en el coche y preguntarle a ella si estaba bien. Asintió y, a duras penas, les dijo que esa era su casa. Les escuchó marcharse y sintió alivio y ganas de escapar hasta que sus críos volvieran. Olvidar a James lejos de Londres, era lo mejor que podía hacer. Subió a su casa y se metió en la ducha mientras sentía el agua caliente sobre su cuerpo y el pecho ardía de dolor. Tenía marcas rojas allí donde James había puesto sus manos. Cerró los ojos y salió de la ducha. Se vistió y sonó su móvil, era Jeremy. Sonrió y lo cogió.
Decidido. Ya sabía adónde iría.
domingo, 12 de diciembre de 2010
20.
20.
"You weren't happy the day I watched you go".
Los chicos se despertaron poco a poco, mientras Ally y Harry mantenían una conversación bastante incómoda. Y, para colmo, Jeremy ya se había ido. Manda cojones cómo lo que nos hace felices se termina tan rápido. Pero lo había pasado bien a su lado, después de dos años esa visita era necesaria y no la cambiaría por todo el oro del mundo.
Comieron todos juntos y, a esas alturas, la situación entre Ally y Harry había mejorado bastante. Pero no lo suficiente como para pasar todo un día juntos. Después de comer, Danny y Sophie se fueron a dar un paseo, Harry y Ally siguieron hablando y Tom se fue a dormir la siesta, ya que era el único que no tenía nada que hacer y que se había levantado pronto para ir a desayunar con su novia. Lane subió a la ducha y cogió unos pantalones de Doug, una camiseta y bajó de nuevo.
-Doug, cariño. Tengo que ir a casa y... bueno... me preguntaba si un chico tan guapo, majo y mono que me ha dejado sus pantalones me podía llevar.
Él sonrió y la miró pensativo un momento.
-Depende.
-¿De qué?-preguntó ella sonriente.
-De lo que me des a cambio, por supuesto.
Ella se acercó lentamente a él y le besó suave y dulcemente durante unos minutos y, después, le miró a los ojos, esperando un veredicto. Él sonrió y dijo:
-Bueno, puede valer.
Subieron al coche y, durante el trayecto, Lane le contó la situación en su casa y por qué tenía que ir y le preguntó, por si acaso, si podía llevar a su hermano. A lo que él contestó:
-Por supuesto. De todas formas, la edad mental es más o menos la misma y a ti no te puedo negar nada.
Ella le sonrió, le besó y se apeó del coche, mientras sacaba las llaves del bolsillo del pantalón, abría el portal y subía a su casa. Una vez dentro, lo primero que escuchó fue a sus padres discutir así que se quedó en silencio un momento y escuchó intentando enterarse de la razón de su disputa, que, al parecer, tenía algo que ver con la profesora de Fred. Sin duda, lo de su padre era un problema grave y, lo de su madre..., ceguera pura y dura. Se dirigió a la habitación de su hermano, procurando no hacer mucho ruido, abrió la puerta y miró dentro, pero no había nadie así que fue a la suya. Cuando abrió la puerta le vio tumbado en su cama abrazando el peluche favorito de Lane. Ésto la hizo sonreír de ternura. Y, lentamente, se acercó a la cama y se sentó a su lado, se miraron y se quedaron en silencio un momento, hasta que Fred se sentó en la cama y abrazó llorando a su hermana, que le devolvió el abrazo y le acarició el pelo tiernamente. Estuvieron así, juntos, abrazados hasta que se hizo un silencio prolongado. Su padre seguía ahí, con su madre, lo sabía y tenía que salir de la habitación y hablar con ellos así que salió y, cuando llego al salón, su padre estaba sentado en el sofá con los codos en las rodillas y la cara entre las manos, mientras su madre daba vueltas por el salón con una mano en la frente y la otra en la cintura.
-Mamá.
Los padres de Lane se giraron súbitamente y la miraron aparentando que no pasaba nada.
-¿Qué pasa Lane? ¿Dónde has estado?
Lane corrió hacia ella y la abrazó porque sabía que lo necesitaba, que le faltaba la hija mayor que tiraba de todos. Entonces, miró a su padre que, con cara de inocente, esperaba un abrazo también. Y Lane... Lane explotó:
-Tú... ¿Tú de qué vas? ¿Cómo puedes entrar en casa después follarte a una puta distinta cada día? ¿Cómo puedes mirar a tu hijo a la cara y pensar siquiera que eres un buen padre? Sí, esto debería estártelo diciendo mamá pero está demasiado enamorada y lo único que hace es tragarse tus noches de putas y las discusiones constantes y yo ya estoy harta de ti, de tus zorras, de tus borracheras y de las discusiones constantes así que ya es hora de ponerle fin a esta mierda...
La madre de Lane la miraba sorprendida, no se esperaba eso para nada y su padre se había quedado sin palabras:
-A...a... ¿a qué te refieres?
-A que ya es hora de terminar esta mierda y hagas lo que un buen padre haría en tu situación: irte y dejar de destrozar esta familia, ya que no te damos lo que te dan todas tus putas. Lo siento, mamá pero no estoy dispuesta a seguir viendóos sufrir a ti y a mi hermano por él y sus fiestas y de tener que tirar de todos después de cada discusión. Lo siento, pero no.
Su padre se levantó, esperando la sentencia final de su mujer, y ella no pudo más que asentir y darle la espalda así que emprendió camino y se fue, diciendo que le llamara cuando pudiese recoger sus cosas.
Sí, hay momentos en los que es mejor explotar, sacar todo y respirar hondo después de hacerlo. Y, en ese momento, lo mejor era abrazar a su madre y comunicarle que estaba durmiendo en casa de unos amigos y que, si lo necesitaba, se podía llevar a Fred unos días, a lo que su madre asintió agradecida y Lane se dio cuenta de que era mejor irse y dejar que su madre terminase de asimilar la situación en la que se encontraban su matrimonio, su familia y su vida en general. Así que, después de que Fred recogiese sus cosas y se despidiesen de su madre, salieron de la casa abrazados y caminaron a casa de los chicos. Durante el trayecto, un silencio incómodo reinaba entre los dos. Sí, eran hermanos y, sí, se querían. Pero, después de esa gigantesca discusión, poco hay que decir.
Cuando llegaron, los chicos estaban en el salón. Ally se había ido y Sophie estaba por ahí con Danny.
-¡Chicos!-gritó Lane-: Quiero enseñaros algo.
Les escuchó intentando adivinar qué les quería enseñar y fue un tanto estúpido: Dougie votaba por una iguana mutante voladora, Tom por una lucha de jedis en el hall y Harry por la resurrección de John Lennon y George Harrison y un concierto de los Beatles en directo. Y, habría que decir que, ésta última era la más "realista" de todas. Lane se carcajeó un poco y les presentó.
-Doug, él es Fred. Fred, él es Dougie, mi novio-cuando dijo ésto Fred puso una cara un tanto rara, pero ella le ignoró y prosiguió-: Él es Tom. Y éste es Harry, ya le conoces, estuvo una vez en casa.
Los chicos le sonrieron y se lo llevaron al salón a jugar a la play, o a cualquier otra cosa. Pero Harry se quedó a hablar con ella.
-¿Qué ha pasado con Ally?-preguntó tras escrutar el rostro de su amigo.
-Que me ha empezado a reprochar cosas y a suplicar que volviese con ella. Que quería intentarlo de nuevo y yo intenté decirle que fuésemos amigos, o conocidos. Pero era justo eso lo que no quería. Y estoy harto de sentir que hago todo mal, cuando lo que yo quería era evitar que sufriese. Pero tampoco quiero sentirme culpable, ¿sabes? Y no sé qué pensar.
Lane miró un momento los profundos ojos de Harry, que le recordaban a unas olas inquietas rompiendo contra un arrecife en una estrellada noche de verano. Olas inquietas, como él. Le abrazó y susurró en su oído:
-"Little darling, the smiles returning to the faces/ Little darling, it seems like years since it's been here / Here comes the sun, here comes the sun / and I say it's all right".
Harry la abrazó un poquito más fuerte, se secó una pequeña lagrimilla que intentaba manchar su dulce rostro y sonrió agradecido de tener a alguien tan importante para él en esos momentos que le cantanse canciones para subirle el ánimo y le dijese que no había hecho las cosas mal. Tener a alguien en quien contar. Alguien con quien reír, llorar, cantar, jugar, comer y sobrevivir. Alguien especial que te saque una sonrisa en los momentos difíciles y te abra los ojos para ver mejor la cruda realidad y la dolorosa verdad. Alguien que ponga en tus oídos esa dolorosa verdad. Ese alguien que era ella.
"You weren't happy the day I watched you go".
Los chicos se despertaron poco a poco, mientras Ally y Harry mantenían una conversación bastante incómoda. Y, para colmo, Jeremy ya se había ido. Manda cojones cómo lo que nos hace felices se termina tan rápido. Pero lo había pasado bien a su lado, después de dos años esa visita era necesaria y no la cambiaría por todo el oro del mundo.
Comieron todos juntos y, a esas alturas, la situación entre Ally y Harry había mejorado bastante. Pero no lo suficiente como para pasar todo un día juntos. Después de comer, Danny y Sophie se fueron a dar un paseo, Harry y Ally siguieron hablando y Tom se fue a dormir la siesta, ya que era el único que no tenía nada que hacer y que se había levantado pronto para ir a desayunar con su novia. Lane subió a la ducha y cogió unos pantalones de Doug, una camiseta y bajó de nuevo.
-Doug, cariño. Tengo que ir a casa y... bueno... me preguntaba si un chico tan guapo, majo y mono que me ha dejado sus pantalones me podía llevar.
Él sonrió y la miró pensativo un momento.
-Depende.
-¿De qué?-preguntó ella sonriente.
-De lo que me des a cambio, por supuesto.
Ella se acercó lentamente a él y le besó suave y dulcemente durante unos minutos y, después, le miró a los ojos, esperando un veredicto. Él sonrió y dijo:
-Bueno, puede valer.
Subieron al coche y, durante el trayecto, Lane le contó la situación en su casa y por qué tenía que ir y le preguntó, por si acaso, si podía llevar a su hermano. A lo que él contestó:
-Por supuesto. De todas formas, la edad mental es más o menos la misma y a ti no te puedo negar nada.
Ella le sonrió, le besó y se apeó del coche, mientras sacaba las llaves del bolsillo del pantalón, abría el portal y subía a su casa. Una vez dentro, lo primero que escuchó fue a sus padres discutir así que se quedó en silencio un momento y escuchó intentando enterarse de la razón de su disputa, que, al parecer, tenía algo que ver con la profesora de Fred. Sin duda, lo de su padre era un problema grave y, lo de su madre..., ceguera pura y dura. Se dirigió a la habitación de su hermano, procurando no hacer mucho ruido, abrió la puerta y miró dentro, pero no había nadie así que fue a la suya. Cuando abrió la puerta le vio tumbado en su cama abrazando el peluche favorito de Lane. Ésto la hizo sonreír de ternura. Y, lentamente, se acercó a la cama y se sentó a su lado, se miraron y se quedaron en silencio un momento, hasta que Fred se sentó en la cama y abrazó llorando a su hermana, que le devolvió el abrazo y le acarició el pelo tiernamente. Estuvieron así, juntos, abrazados hasta que se hizo un silencio prolongado. Su padre seguía ahí, con su madre, lo sabía y tenía que salir de la habitación y hablar con ellos así que salió y, cuando llego al salón, su padre estaba sentado en el sofá con los codos en las rodillas y la cara entre las manos, mientras su madre daba vueltas por el salón con una mano en la frente y la otra en la cintura.
-Mamá.
Los padres de Lane se giraron súbitamente y la miraron aparentando que no pasaba nada.
-¿Qué pasa Lane? ¿Dónde has estado?
Lane corrió hacia ella y la abrazó porque sabía que lo necesitaba, que le faltaba la hija mayor que tiraba de todos. Entonces, miró a su padre que, con cara de inocente, esperaba un abrazo también. Y Lane... Lane explotó:
-Tú... ¿Tú de qué vas? ¿Cómo puedes entrar en casa después follarte a una puta distinta cada día? ¿Cómo puedes mirar a tu hijo a la cara y pensar siquiera que eres un buen padre? Sí, esto debería estártelo diciendo mamá pero está demasiado enamorada y lo único que hace es tragarse tus noches de putas y las discusiones constantes y yo ya estoy harta de ti, de tus zorras, de tus borracheras y de las discusiones constantes así que ya es hora de ponerle fin a esta mierda...
La madre de Lane la miraba sorprendida, no se esperaba eso para nada y su padre se había quedado sin palabras:
-A...a... ¿a qué te refieres?
-A que ya es hora de terminar esta mierda y hagas lo que un buen padre haría en tu situación: irte y dejar de destrozar esta familia, ya que no te damos lo que te dan todas tus putas. Lo siento, mamá pero no estoy dispuesta a seguir viendóos sufrir a ti y a mi hermano por él y sus fiestas y de tener que tirar de todos después de cada discusión. Lo siento, pero no.
Su padre se levantó, esperando la sentencia final de su mujer, y ella no pudo más que asentir y darle la espalda así que emprendió camino y se fue, diciendo que le llamara cuando pudiese recoger sus cosas.
Sí, hay momentos en los que es mejor explotar, sacar todo y respirar hondo después de hacerlo. Y, en ese momento, lo mejor era abrazar a su madre y comunicarle que estaba durmiendo en casa de unos amigos y que, si lo necesitaba, se podía llevar a Fred unos días, a lo que su madre asintió agradecida y Lane se dio cuenta de que era mejor irse y dejar que su madre terminase de asimilar la situación en la que se encontraban su matrimonio, su familia y su vida en general. Así que, después de que Fred recogiese sus cosas y se despidiesen de su madre, salieron de la casa abrazados y caminaron a casa de los chicos. Durante el trayecto, un silencio incómodo reinaba entre los dos. Sí, eran hermanos y, sí, se querían. Pero, después de esa gigantesca discusión, poco hay que decir.
Cuando llegaron, los chicos estaban en el salón. Ally se había ido y Sophie estaba por ahí con Danny.
-¡Chicos!-gritó Lane-: Quiero enseñaros algo.
Les escuchó intentando adivinar qué les quería enseñar y fue un tanto estúpido: Dougie votaba por una iguana mutante voladora, Tom por una lucha de jedis en el hall y Harry por la resurrección de John Lennon y George Harrison y un concierto de los Beatles en directo. Y, habría que decir que, ésta última era la más "realista" de todas. Lane se carcajeó un poco y les presentó.
-Doug, él es Fred. Fred, él es Dougie, mi novio-cuando dijo ésto Fred puso una cara un tanto rara, pero ella le ignoró y prosiguió-: Él es Tom. Y éste es Harry, ya le conoces, estuvo una vez en casa.
Los chicos le sonrieron y se lo llevaron al salón a jugar a la play, o a cualquier otra cosa. Pero Harry se quedó a hablar con ella.
-¿Qué ha pasado con Ally?-preguntó tras escrutar el rostro de su amigo.
-Que me ha empezado a reprochar cosas y a suplicar que volviese con ella. Que quería intentarlo de nuevo y yo intenté decirle que fuésemos amigos, o conocidos. Pero era justo eso lo que no quería. Y estoy harto de sentir que hago todo mal, cuando lo que yo quería era evitar que sufriese. Pero tampoco quiero sentirme culpable, ¿sabes? Y no sé qué pensar.
Lane miró un momento los profundos ojos de Harry, que le recordaban a unas olas inquietas rompiendo contra un arrecife en una estrellada noche de verano. Olas inquietas, como él. Le abrazó y susurró en su oído:
-"Little darling, the smiles returning to the faces/ Little darling, it seems like years since it's been here / Here comes the sun, here comes the sun / and I say it's all right".
Harry la abrazó un poquito más fuerte, se secó una pequeña lagrimilla que intentaba manchar su dulce rostro y sonrió agradecido de tener a alguien tan importante para él en esos momentos que le cantanse canciones para subirle el ánimo y le dijese que no había hecho las cosas mal. Tener a alguien en quien contar. Alguien con quien reír, llorar, cantar, jugar, comer y sobrevivir. Alguien especial que te saque una sonrisa en los momentos difíciles y te abra los ojos para ver mejor la cruda realidad y la dolorosa verdad. Alguien que ponga en tus oídos esa dolorosa verdad. Ese alguien que era ella.
jueves, 9 de diciembre de 2010
Importantee
Que no voy a seguir el fic en mb! VALE?
Que es mucha movida, asi que lo termino aqui y luego hago otro en mb.
Os quiero, besakos!
Que es mucha movida, asi que lo termino aqui y luego hago otro en mb.
Os quiero, besakos!
miércoles, 8 de diciembre de 2010
IMPORTANTE !*_*
A ver. Que estoy hasta la polla de Blogspot, lo siento, es así. Me voy a Metroblog, aunque duela. Seguire el fic desde el capitulo 20 pero en esta pagina http://goingforawalkinthesun.metroblog.com, ok? :D
Por favor, seguid leyendo y comentando, vale? :)
Alazne: Tu idea de ponerles pedo y matarles era la hostia ;P solo para que sepas que la tuve en cuenta xD
Os quiero a tod@s :D
Por favor, seguid leyendo y comentando, vale? :)
Alazne: Tu idea de ponerles pedo y matarles era la hostia ;P solo para que sepas que la tuve en cuenta xD
Os quiero a tod@s :D
lunes, 6 de diciembre de 2010
19.
O.O Estoy flipando... 21 seguidores!
Puuf, este para vosotras, gracias, me siento mazo de realizada, no me esperaba tener tantos seguidores y, mucho menos, que en el primer evento que hice anunciando mi fic tanta gente le diese a "Sí", probablemente la mitad o menos lo leyeron pero me hizo muy feliz :)
Gracias a todas por leerlo y a Karol, de nuevo, porque está empezando su propio fic y no se le da nada mal, aunque no haga más que decir que es una caca ¬¬. Suerte Karol! :3
Amaaia, amor: tú siempre arriba, por favor, cambia el ánimo. Aquí para lo que sea, siempre, ¿vale? :D TECÚEME!:)
Bueno, que me enrollo más que las persianas.. xD
Un beso a todos los que leéis el fic y a los que no, también xD
Espero que os guste, si no decid por qué :P
19.
"You're so naive yet, so naive".
Al día siguiente Lane se levantó relativamente pronto. Eran casi las 11 de la mañana. Estaba tumbada en la cama, junto a Doug, y le miraba dormir con una sonrisa en la cara, de lo más angelical. Le besó suavemente en la mejilla y, con mucho sigilo para no despertarle, salió de la habitación y bajó a la cocina. Se sentó y se preparó un café y un croissant. En su cabeza había demasiadas cosas como para pensar en todo, pero en ese exacto momento se había quedado con la mirada fija en el café y pensaba en Fred, en qué tal le iban las cosas en casa. Ciertamente se sentía un poco mal por haberse ido de casa sin decirle nada a sus padres y haber dejado a Fred con ellos y sus constantes discusiones. El problema eran siempre su padre y sus constantes amigas, compañeras de trabajo, conocidas... Siempre había alguna chica con la que pasar el rato y Janett, la madre de Lane, estaba harta de aguantar siempre la misma tontería pero el amor te ciega. Era el padre de sus hijos y le quería demasiado, estaba demasiado enamorada y había intentado mandarle a la mierda demasiadas veces, pero no podía y, a cambio, no hacían más que discutir y el ambiente en su casa era constantemente tenso. La mayor parte del tiempo discutían y después de gritarse durante horas y horas toda la tarde, él se iba, desaparecía y volvía por la mañana medio pedo y con una conquista más entre sus piernas. Lane era mayorcita y procuraba que no le afectase pero tenía que estar ahí para su madre después de cada discusión, tenía que mirarle los ojos rojos y decirle que tarde o temprano las cosas se arreglarían y tenía que discutir con su padre para defenderla, al mismo tiempo que cuidaba a Fred y procuraba que estuviese bien. Pero llegaba un punto en que era difícil mantener ese ritmo constante cada día, sobre todo para un niño de 10 años, que se quedaba a dormir cada fin de semana en casa de algún amigo para no tener que aguantar las discusiones de sus padres, que empeoraban cada viernes, sábado y domingo. Día tras día, semana tras semana, mes tras mes, año tras año. Siempre lo mismo. Definitivamente tenía que llamar a casa o pasarse por allí, sí o sí. Justo en ese momento llamaron a la puerta, bebió el último trago de café y fue a la puerta a ver quién era, abrió y se llevó una sorpresa enorme al ver a Sophie sonriente en el umbral. Sonrió y la abrazó fierte, muy fuerte, como hacía mucho, demasiado que no hacía.
-¿Qué te trae por aquí, bastarda?
Sophie entró y cerró la puerta.
-Nada, que se suponía que tenía que verme con Danny. Pero está dormido, para variar. Aunque mejor, así hablamos.
-Jeremy sigue aquí, se va hoy. Y, tía, Dougie y yo estamos súper bien, estoy mazo de... feliz-dijo Lane evitando comentarle que se iban de gira, porque sabía que Danny había quedado con ella para eso. Aún así, aprovechó para comentarle sus jueguecitos de baño y muchas otras cosas más. Justo en medio de la conversación sonó el timbre. Lane se disculpó y se levantó, aunque desde la cocina se veía la puerta y Sophie vería quién era. Abrió la puerta y allí estaba, ella. Después de lo de Harry no esperaba verla en casa de los chicos, aún así, Ally era su mejor amiga, es decir, se alegraba de verla y era bienvenida. Siempre que viniese con buenas intenciones.
-¡Ally!, pasa.
Pero la cara de Allyson no era precisamente de felicidad.
-¿De qué vas? ¿De maja? ¿De amiga?-empezó Ally a gritos-. Lo he estado pensando y me he dado cuenta de todo. Me dejó por ti. Claro, no soy lo suficientemente buena para Harry. Al lado de una rubia de ojos verdes-continuó gritando y puso especial énfasis y desprecio en las últimas cuatro palabras-. Le quería, ¿sabes? Se suponía que éramos mejores amigas, que no me harías esto. Pero veo que...
-Eh, eh, ¡EH! Allyson, lo primero: no me grites, lo segundo: ¿a qué viene todo esto? Sabes que no es verdad, que me importas y que nunca te haría eso, que si quieres saber por qué pasó lo que pasó puedes pedírmelo y te contaré las cosas pero no voy a permitir que me hables así y que digas todo eso de Harry, porque el no sería capaz de hacerle algo así a nadie. Sabes que no tienes porqué decirme todas estas cosas y que como me insultes te doblo la cara a leches. Así que cálmate porque paso de tener ninguna movida contigo en la casa de mis mejores amigos, barra, mía.
-Le gustas, Lane, joder. ¡Le gustas! Me dejó por ti y si estás con él puedes decírmelo, que no va a pasar nada pero no me mientas, joder.
-A ver si te entra: ¡NO-TE-MIEN-TO!
-¿Sabes que le quiero?
-¿Sabes que yo también? ¿Que es mi mejor amigo?
Allyson soltó un suspiro de frustración, dio una vuelta y volvió a su anterior postura pero no dijo nada.
-Mira, niña lista. No sabes cómo estaba Harry, él no quería cortar contigo y estaba súpermal, no sabía qué hacer y habló conmigo y me lo contó. Me contó que no quería hacerte daño, que no quería verte mal, que le importabas demasiado como para que sufrieras por él. Pero que no te quería lo suficiente, que a lo mejor se había anticipado a sus sentimientos, que a lo mejor le había metido prisa a su corazón y ahora éste decía que no. Me dijo que no podía seguir contigo si no te amaba, que no podía besarte sabiendo que tu te estabas enamorando y él no. Y, por todo esto, se estaba rallando. No sabía qué hacer y lo estaba pasando muy mal-decía Lane, mientras Ally se secaba las lágrimas-. Y me preguntó, me pidió consejo. Al principio, yo me intenté negar porque eras mi mejor amiga y no podía hablar con él de cómo cortar contigo. Pero, después de contarme lo que pensaba y cómo se sentía, me di cuenta de que tenía razón. De que no quería que ninguno de los dos sufriera y que, a la larga, cortar sería la mejor opción. Y, si te voy a ser sincera, vi cómo cortaba contigo y, cuando lo hizo, quise correr tras de ti y darte consolarte pero Harry confiaba en mí, en que me quedaría con él y no podía irme después de prometerle que me quedaría así que me quedé y estaba muy, muy mal. Si quieres creerme, hazlo. Si no, ya sabes dónde está la puerta y, cuando quieras recuperar a tu mejor amiga, me llamas y hablamos.
Allyson lloraba sin poder contenerse y Harry, que se había despertado con los gritos de Allyson y había escuchado toda la conversación, bajó las escaleras y fue hacia ellas, saludando a Sophie y parándose delante de Allyson, para decir:
-No hables así a Lane, no se lo merece. Todo lo que te ha dicho es cierto pero no te enfades con tu mejor amiga por esto, porque si alguien tiene la culpa..., ése soy yo.
-No, Harry, no. Lo siento, Ally. Pero no voy a dejar que pienses que tienes la culpa porque nadie tiene la culpa de lo que siente y, Ally, si no lo quieres aceptar puedes despedirte ahora mismo. Y no me malinterpretes: yo te quiero y mucho, además, pero la verdad es la verdad, y duele.
En ese instante se abalanzó a ella y la achuchó entre sus brazos, mientras tanto afuera empezaba a llover. Dentro de la casa todo se iluminaba, por así decirlo, y fuera, al contrario, llovía cada vez con más intensidad. Pero eso no afectaba a su amistad, muy pocas cosas lo hacían. Y, sin embargo, seguían ahí, juntas, las tres, en medio del hall abrazadas y llorando por la felicidad de haberse reconciliado y por el miedo a perderse que habían pasado.
-Gracias, Lane. Os quiero, chicas.
Y tres sonrisas se dibujaban de nuevo. Amistades irrompibles. Amistades importantes. Amistades que lo son todo. Amistades para siempre, pero siempre es demasiado poco así que se aprovechan al máximo para terminarlas con una sonrisa imborrable.
Puuf, este para vosotras, gracias, me siento mazo de realizada, no me esperaba tener tantos seguidores y, mucho menos, que en el primer evento que hice anunciando mi fic tanta gente le diese a "Sí", probablemente la mitad o menos lo leyeron pero me hizo muy feliz :)
Gracias a todas por leerlo y a Karol, de nuevo, porque está empezando su propio fic y no se le da nada mal, aunque no haga más que decir que es una caca ¬¬. Suerte Karol! :3
Amaaia, amor: tú siempre arriba, por favor, cambia el ánimo. Aquí para lo que sea, siempre, ¿vale? :D TECÚEME!:)
Bueno, que me enrollo más que las persianas.. xD
Un beso a todos los que leéis el fic y a los que no, también xD
Espero que os guste, si no decid por qué :P
19.
"You're so naive yet, so naive".
Al día siguiente Lane se levantó relativamente pronto. Eran casi las 11 de la mañana. Estaba tumbada en la cama, junto a Doug, y le miraba dormir con una sonrisa en la cara, de lo más angelical. Le besó suavemente en la mejilla y, con mucho sigilo para no despertarle, salió de la habitación y bajó a la cocina. Se sentó y se preparó un café y un croissant. En su cabeza había demasiadas cosas como para pensar en todo, pero en ese exacto momento se había quedado con la mirada fija en el café y pensaba en Fred, en qué tal le iban las cosas en casa. Ciertamente se sentía un poco mal por haberse ido de casa sin decirle nada a sus padres y haber dejado a Fred con ellos y sus constantes discusiones. El problema eran siempre su padre y sus constantes amigas, compañeras de trabajo, conocidas... Siempre había alguna chica con la que pasar el rato y Janett, la madre de Lane, estaba harta de aguantar siempre la misma tontería pero el amor te ciega. Era el padre de sus hijos y le quería demasiado, estaba demasiado enamorada y había intentado mandarle a la mierda demasiadas veces, pero no podía y, a cambio, no hacían más que discutir y el ambiente en su casa era constantemente tenso. La mayor parte del tiempo discutían y después de gritarse durante horas y horas toda la tarde, él se iba, desaparecía y volvía por la mañana medio pedo y con una conquista más entre sus piernas. Lane era mayorcita y procuraba que no le afectase pero tenía que estar ahí para su madre después de cada discusión, tenía que mirarle los ojos rojos y decirle que tarde o temprano las cosas se arreglarían y tenía que discutir con su padre para defenderla, al mismo tiempo que cuidaba a Fred y procuraba que estuviese bien. Pero llegaba un punto en que era difícil mantener ese ritmo constante cada día, sobre todo para un niño de 10 años, que se quedaba a dormir cada fin de semana en casa de algún amigo para no tener que aguantar las discusiones de sus padres, que empeoraban cada viernes, sábado y domingo. Día tras día, semana tras semana, mes tras mes, año tras año. Siempre lo mismo. Definitivamente tenía que llamar a casa o pasarse por allí, sí o sí. Justo en ese momento llamaron a la puerta, bebió el último trago de café y fue a la puerta a ver quién era, abrió y se llevó una sorpresa enorme al ver a Sophie sonriente en el umbral. Sonrió y la abrazó fierte, muy fuerte, como hacía mucho, demasiado que no hacía.
-¿Qué te trae por aquí, bastarda?
Sophie entró y cerró la puerta.
-Nada, que se suponía que tenía que verme con Danny. Pero está dormido, para variar. Aunque mejor, así hablamos.
-Jeremy sigue aquí, se va hoy. Y, tía, Dougie y yo estamos súper bien, estoy mazo de... feliz-dijo Lane evitando comentarle que se iban de gira, porque sabía que Danny había quedado con ella para eso. Aún así, aprovechó para comentarle sus jueguecitos de baño y muchas otras cosas más. Justo en medio de la conversación sonó el timbre. Lane se disculpó y se levantó, aunque desde la cocina se veía la puerta y Sophie vería quién era. Abrió la puerta y allí estaba, ella. Después de lo de Harry no esperaba verla en casa de los chicos, aún así, Ally era su mejor amiga, es decir, se alegraba de verla y era bienvenida. Siempre que viniese con buenas intenciones.
-¡Ally!, pasa.
Pero la cara de Allyson no era precisamente de felicidad.
-¿De qué vas? ¿De maja? ¿De amiga?-empezó Ally a gritos-. Lo he estado pensando y me he dado cuenta de todo. Me dejó por ti. Claro, no soy lo suficientemente buena para Harry. Al lado de una rubia de ojos verdes-continuó gritando y puso especial énfasis y desprecio en las últimas cuatro palabras-. Le quería, ¿sabes? Se suponía que éramos mejores amigas, que no me harías esto. Pero veo que...
-Eh, eh, ¡EH! Allyson, lo primero: no me grites, lo segundo: ¿a qué viene todo esto? Sabes que no es verdad, que me importas y que nunca te haría eso, que si quieres saber por qué pasó lo que pasó puedes pedírmelo y te contaré las cosas pero no voy a permitir que me hables así y que digas todo eso de Harry, porque el no sería capaz de hacerle algo así a nadie. Sabes que no tienes porqué decirme todas estas cosas y que como me insultes te doblo la cara a leches. Así que cálmate porque paso de tener ninguna movida contigo en la casa de mis mejores amigos, barra, mía.
-Le gustas, Lane, joder. ¡Le gustas! Me dejó por ti y si estás con él puedes decírmelo, que no va a pasar nada pero no me mientas, joder.
-A ver si te entra: ¡NO-TE-MIEN-TO!
-¿Sabes que le quiero?
-¿Sabes que yo también? ¿Que es mi mejor amigo?
Allyson soltó un suspiro de frustración, dio una vuelta y volvió a su anterior postura pero no dijo nada.
-Mira, niña lista. No sabes cómo estaba Harry, él no quería cortar contigo y estaba súpermal, no sabía qué hacer y habló conmigo y me lo contó. Me contó que no quería hacerte daño, que no quería verte mal, que le importabas demasiado como para que sufrieras por él. Pero que no te quería lo suficiente, que a lo mejor se había anticipado a sus sentimientos, que a lo mejor le había metido prisa a su corazón y ahora éste decía que no. Me dijo que no podía seguir contigo si no te amaba, que no podía besarte sabiendo que tu te estabas enamorando y él no. Y, por todo esto, se estaba rallando. No sabía qué hacer y lo estaba pasando muy mal-decía Lane, mientras Ally se secaba las lágrimas-. Y me preguntó, me pidió consejo. Al principio, yo me intenté negar porque eras mi mejor amiga y no podía hablar con él de cómo cortar contigo. Pero, después de contarme lo que pensaba y cómo se sentía, me di cuenta de que tenía razón. De que no quería que ninguno de los dos sufriera y que, a la larga, cortar sería la mejor opción. Y, si te voy a ser sincera, vi cómo cortaba contigo y, cuando lo hizo, quise correr tras de ti y darte consolarte pero Harry confiaba en mí, en que me quedaría con él y no podía irme después de prometerle que me quedaría así que me quedé y estaba muy, muy mal. Si quieres creerme, hazlo. Si no, ya sabes dónde está la puerta y, cuando quieras recuperar a tu mejor amiga, me llamas y hablamos.
Allyson lloraba sin poder contenerse y Harry, que se había despertado con los gritos de Allyson y había escuchado toda la conversación, bajó las escaleras y fue hacia ellas, saludando a Sophie y parándose delante de Allyson, para decir:
-No hables así a Lane, no se lo merece. Todo lo que te ha dicho es cierto pero no te enfades con tu mejor amiga por esto, porque si alguien tiene la culpa..., ése soy yo.
-No, Harry, no. Lo siento, Ally. Pero no voy a dejar que pienses que tienes la culpa porque nadie tiene la culpa de lo que siente y, Ally, si no lo quieres aceptar puedes despedirte ahora mismo. Y no me malinterpretes: yo te quiero y mucho, además, pero la verdad es la verdad, y duele.
En ese instante se abalanzó a ella y la achuchó entre sus brazos, mientras tanto afuera empezaba a llover. Dentro de la casa todo se iluminaba, por así decirlo, y fuera, al contrario, llovía cada vez con más intensidad. Pero eso no afectaba a su amistad, muy pocas cosas lo hacían. Y, sin embargo, seguían ahí, juntas, las tres, en medio del hall abrazadas y llorando por la felicidad de haberse reconciliado y por el miedo a perderse que habían pasado.
-Gracias, Lane. Os quiero, chicas.
Y tres sonrisas se dibujaban de nuevo. Amistades irrompibles. Amistades importantes. Amistades que lo son todo. Amistades para siempre, pero siempre es demasiado poco así que se aprovechan al máximo para terminarlas con una sonrisa imborrable.
jueves, 2 de diciembre de 2010
18.
Hola chicas :D
Tarde pero escribo :P No soy muy de dedicar los capítulos pero éste sí. Éste se lo dedico a mi Carmelo, porque la quiero mucho. A Karol porque lo lee desde el primer renglón hasta el último. A Amaia porque es... mucho, mucho.A todas las que leen mi fic desde el principio, y a las que lo leen desde hace poco, y a todas las que se han querido ir de nuestro mundo tuentiniano por culpa de las jodidas groupies.
A todas os quiero :)
18.
Tarde pero escribo :P No soy muy de dedicar los capítulos pero éste sí. Éste se lo dedico a mi Carmelo, porque la quiero mucho. A Karol porque lo lee desde el primer renglón hasta el último. A Amaia porque es... mucho, mucho.A todas las que leen mi fic desde el principio, y a las que lo leen desde hace poco, y a todas las que se han querido ir de nuestro mundo tuentiniano por culpa de las jodidas groupies.
A todas os quiero :)
18.
"You could have done more".
Volvieron juntos, abrazados y sonrientes. Cuando abrieron la puerta estaban todos hablando pero era diferente, no estaban montando jaleo alguno y, cuando la cerraron, se quedaron en silencio y les miraron serios. Algo pasaba y no sabían muy bien qué. Fueron con ellos al salón pero nadie iba a decir nada y Lane se dio cuenta con sólo mirar a Tom así que se acercó a la mesa del salón y, al ver un ramo de flores y una notita entre ellas, lo cogió y la leyó: "¿Cuánto aguantarás sin ellos?-J.". La expresión de su rostro cambió repentinamente y no pudo evitar llevarse la mano a la boca y dejar caer la notita al suelo, pero no por eso la amenaza desaparecería, palabras imborrables y la incertidumbre en su pecho, ¿adónde iría cuando los chicos no estuvieran?, ¿qué haría? Siempre James, sus drogas, sus palizas, sus tonterías, ¡quién diría que en un principio ella le veía como el mejor chaval de la historia, el mejor novio del mundo! Menuda ironía. Y, sin saber cómo o por qué, se vio abrazada a Danny, quizás el más tonto de todos, el menos serio, pero al que más necesitaba, al que llamaban sus lágrimas. Danny le correspondió el abrazo y le acarició el pelo, mientras le susurraba al oído:
-Shh, Lane, shh... No te preocupes todo irá bien.
Ella se secó las lágrimas y le abrazó un poco más fuerte.
-Ven, vamos a hablar tú y yo al patio, ¿vale?-dijo él mientras le ponía la mano en el hombro y se giraba para mirar a sus amigos-. ¿Te sabes el de el niño que va a su casa y le dice:" -Mamá, mamá, en el colegio me llaman BackStreet Boy. Y dice la madre: -¿Quién, hijo, quién? -¡¡Everyboodyy!!"?
Lane se rió y sorbió por la nariz.
-Ahora sí que me lo sé.
Danny sonrió y se sentaron juntos en la hamaca del patio. Se miraron un momento a los ojos y Lane habló:
-Tiene razón. A ver, es que... no puedo quedarme en Londres. No sé cómo, se ha enterado de dónde vivís y, encima, ya sabe dónde vivo yo. No puedo. Y, ¿qué voy a hacer sin vosotros? ¿Recibir palizas todos los días? No va a parar por muchas heridas que tenga. A lo mejor un día o dos me libro, pero tampoco habrá mucha diferencia...
Danny le cogió la barbilla y le levantó la cara para mirarla fijamente y dijo:
-¿Por qué no llamas a la policía? Mira, Lane, sé que tienes miedo y todo eso, pero no voy a quedarme sin hacer nada mientras tú recibes ostias, ¿sabes? Y, sí, ya sé que eres rubia y te cuesta pero... la vida no es fácil para todos.
Lane le sacó la lengua y Danny se carcajeó y, de repente, salieron todos al patio. Harry se acercó a ella y dijo:
-Lane, me cuesta admitirlo, pero... Danny tiene razón, todos sabemos que es un poco tonto y tal, pero en esto tiene mucha razón y si hace falta nos quedamos...
El resto de las palabras fueron borrosas para Dougie, la sola idea de quedarse con Lane, en Londres, le hacía dar brincos de alegría. Sí, cierto que si se quedasen sería por la grave situación de James pero, aún así, sería estar con Lane, juntos, abrazados....
-Tengo una idea-intervino Tom-. Y no hace falta perdernos ninguna gira.
"¡Mierda!, puto Tom...", pensó Dougie.
-Queda con él y seguro que te da una paliza, nosotros lo grabamos con el móvil y vamos a la policía y se lo enseñamos. O llamamos a la policía y le enseñamos la nota que te ha mandado, todos los mensajes y quedas con él y que, "por arte de magia", aparezcan ellos.
Dougie salió de su ensimismamiento y puso cara de horror.
-No pienso dejar que peguen a Lane estando yo delante y menos grabarlo, lo siento, pero no.
-Sí, la verdad es que la primera idea es un poco mala...-intentó disculparse Tom mientras se rascaba la nuca.
-¿Un poco? ¿Sólo?-contestó Danny entre risas.
Lane les miró a todos: Jeremy estaba bastante integrado y juntos planeaban todo pero ella no lo tenía del todo claro.
-Chicos...Chicos-el tono de su voz aumentaba gradualmente, hasta convertirse en grito-:¡Chicos!
Los cinco se callaron un momento y la miraron sorprendidos.
-Y, ehh, ¿cuándo se supone que voy a quedar con él, ir a la policía o yo que sé qué historias?
Se miraron y encogieron los hombros. Miró a Tom y sintió el impulso de salir corriendo y abrazarle, y lo hizo. Era de lo más cuqui, quizás no le conociera mucho pero se ayudaban y se querían, además de que siempre la escuchaba y hacía sentir como si tuviese la razón, aunque probablemente no la tuviera. Salió corriendo y le abrazó, le apretujó y le besó la mejilla, él le devolvió el abrazo y Lane le susurró al oído: "Sé que estás con alguien...". Tom puso cara de sorpresa y dijo:
-Las chicas sois muy listas, joder. Pero llevo toda la vida con mi novia.
Lane se separó de él y finjió que lloraba.
-¡Oh, no! Me siento engañada. No, no me toques, es demasiado tarde para disculpas.
Se fue alejando poco a poco hacia atrás y, justo en ese momento, se cayó de culo y se rió a carcajadas, junto con ellos, a pesar de que se había dado una buena ostia y que le dolía el culo.
-¿Sabes a que me recuerda esto?-dijo Dougie entre risas- A la primera vez que quedamos. También te caíste de culo, ¿te acuerdas?
Los chicos se rieron y ella les sacó la lengua y le pidió a Dougie que la ayudase a levantarse. Cuando él fue a cogerle la mano ella tiró de su brazo y quedó encima suyo.
-Uy, perdona. Me he pasado con la fuerza.
Él sonrió, asintió y le dio un beso, y otro y otro y otro más.
-Te perdono.
Qué fácil es sonreír si hay razones para hacerlo. Qué fácil es sonreír si tienes a quien amas cada mañana. Qué fácil es sonreír si eres feliz. Pero qué difícil es dejar ir esa sonrisa con ese amante que se la lleva con él y guarda las de ambos en un cajón. Más difícil aún es saber que ambas sonrisas acabarán en ese cajón.
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