domingo, 20 de mayo de 2012

Caca.

Bueno, gente...
Visto el panorama, bastante deprimente y mierdoso, me dispongo a abandonar esta mierda de fic por el que he perdido toda inspiración pero que he seguido por si alguien lo leía, pero, en vista de que no es así y de que nadie se digna a poner ni un solo jodido comentario, como ya he dicho, me dispongo a dejarlo inconcluso. 

Si queréis comentar, comentad y me lo repienso. Si no, sacad vuestras propias conclusiones sobre el final, que será más chupiguay.
No me malinterpretéis, con este fic lo he pasado muy bien y me ha gustado escribir lo que he escrito, aunque la mayor parte de los capítulos me den un asco impresionante, y bueno... no sé, ha estado bien. Pero creo que es momento de dejarlo, así que adiós y muy buenas noches a todos/todas.
Que os vaya bien.
Un beso.

sábado, 7 de abril de 2012

48.

48.
"Could it be January? 'Cose it feels so cold without you here".

Esa noche Jeremy y Lane volvieron a casa y se abrazaron antes de meterse cada uno en una habitación, él en la suya y ella en la de Joris. Cuando entró en la habitación él estaba en la cama fumando un porro y escuchando música con los cascos puestos, trepó en la cama, se colocó encima de él y le quitó el porro de la mano.
-Buenas- dijo él con una sonrisa mientras expulsaba el humo por la boca y besaba a Lane.
-Mañana empiezo en la uni, ¿me quieres llevar?
-Bah, eso es mañana. Ahora quiero hacer otras cosas contigo, buena mujer- contestó mientras se besaban y comenzaban lo que fue una noche movidita.

La mañana siguiente se despertaron pronto, desayunaron y Joris la acompañó a la universidad. Ese fue el primer día del trimestre lectivo que comenzó y acabó muy rápidamente, más rápido de lo que esperaba. En ese tiempo Maxime intentó conseguir la antención de Lane de todas las maneras que se le ocurrieron, pero lo suyo con Joris fue a más y poco a poco terminaron por tener una relación. Lane habló con él e hizo lo posible por no herirle, sin obtener muchos resultados. 
Por otro lado, en Londres, Dougie volvió a ver a Kaya varias veces al tiempo que veía de forma esporádica a otras chicas y terminó por salir con ella oficialmente. Contando interiormente cuánto faltaba para que Lane volviese.

El tiempo pasó rápido y cuando quiso darse cuenta tenía las notas en la mano y las vacaciones de invierno estaban a punto de comenzar. Le habían adelantado algunos exámenes para poder tener las notas antes de las vacaciones y había aprobado con bastante buena nota, además de mejorar su francés notablemente. 
Era diciembre, un sábado y ya estaba empaquetando sus cosas, el domingo salía su vuelo y había convencido a Joris y Jeremy para que fuesen con ella a Londres mientras Maxime visitaba a su familia. Había llamado a los chicos y a su madre y todos irían a esperarla al aeropuerto, estaba ansiosa por verles, por ver a Dougie.
A las 7 de la mañana los tres estaban sentados en el avión esperando el despegue, aunque cinco minutos más tarde de que el avión dejase atrás el aeropuerto los tres se quedaron dormidos y no se despertaron hasta que una azafata les avisó de que ya estaban definitivamente en tierra inglesa. Lane, nerviosa, apretó las manos de sus compañeros de vuelo y, tras coger sus maletas, salieron y vieron a Tom, Danny, Harry, Dougie, Sophie, a su madre y a su hermano esperándoles con una sonrisa de emoción y nostalgia, todo junto. Lane sonrió y miró a Jeremy, luego a Joris y, justo después, a Dougie. Se soltó de las manos de ambos, tiró las maletas al suelo y abrazó a su familia primero y a los chicos después, a todos. Cuando abrazó a Dougie y sintió su aroma de nuevo sintió ganas de echarse al suelo y llorar desconsoladamente hasta morir arropada por la miseria que sentía.
-Por tu culpa hemos sido atacados por diez fans locas que no nos dejaban en paz, estarás contenta- dijo Danny sonriendo.
-Muchísimo- contestó ella riendo y abrazando a Sophie.
Después de la bienvenida fueron en coche a casa de Lane y desayunaron todos juntos allí. Nadie mencionó en ningún momento a Kaya y ella se besó con Joris intentando que Dougie no les viera, pero no era tonto y se sintió traicinado. Tanto como se sintió Lane al ver a Kaya besando a Dougie. Pero mantuvo la compostura y pasó la tarde con ellos intentando aguantarla. Durante semanas pasaron tiempo todos juntos, ella y Dougie se miraban constantemente, pero intentaban disimular y cuando se quedaban solos se deseaban en silencio.
Por las mañanas Lane y Joris se escapaban y daban vueltas por Londres, lo pasaban bien compartiendo humo y besos apasionados. De hecho, pensaba que le quería y, entonces, veía a Doug y todo volvía al principio, volvía a sentir ese amor incondicional que había sentido por él. Poco a poco se dio cuenta de que quería a Joris, a la vez que anhelaba a Dougie. Las ganas de besarle aumentaban por momentos y, solo con pensar que no le podía tener, las ganas de hacer el amor con él eran incontenibles. Y, mientras ella intentaba ocultarlo, todos a su alrededor se dieron cuenta y Tom, Jeremy y Sophie le tendieron una trampa y la obligaron a hablar, a contar todo como si supiese el ingrediente secreto de la coca-cola. Tras lo que terminó entre lágrimas admitiendo que echaba de menos a Dougie cada vez que le veía o estaba cerca de él.
Unos días más tarde, hicieron una fiesta de bienvenida en un bar -antro- del centro de Londres, Lane estaba acurrucada en una esquina con Joris, besándose y bebiendo, mientras los demás bailaban. Se levantó y fue al baño, mientras Joris la miraba alejarse, y Dougie se encerró con ella, la empujó contra la pared y sin dejarla reaccionar la besó apasionadamente. Ella le devolvió el besó y rodeó su cuello con las manos, apretándole contra sí. Se separó bruscamente de él y le miró.
-No, Dougie.
Él la miró desconcertado.
-No podemos, yo estoy con Joris y tú con... Kaya.
-Pero...
Ella le miró con cara de arrepentimiento.
-Te quiero y sé que me quieres, pero tienes novia y yo también. Así que aquí no ha pasado nada. Yo he ido a hacer pis y tú también, pero al baño de hombres, ¿vale?
Él asintió y ella le besó como no recordaba haberle besado. Acto seguido abrió la puerta del baño y salió de allí, volvió con Joris y fingió que no había pasado nada. Que no había besado a Dougie, que no había recordado lo que sentía cada vez que estaba entre sus brazos. Fingió que no le echaba de menos.

martes, 7 de febrero de 2012

47.

47.
"There was a time everybody was around and I was dancing with you".


Y, entonces, te ves solo. Nadie hay ya que te pueda ayudar a comprender lo que sucede a tu alrededor. Y descubres que tampoco hay nada que desees saber, por lo que decides vivir durante unos momentos, al menos.


A su vez, en Londres, Dougie se despertaba después de su noche con Kaya, pero en la cama estaba solo. Eran las diez de la mañana y en casa todos dormían, no se escuchaban más ruidos que los ronquidos lejanos de Harry y puede que los de Danny. A su lado, en la almohada, había un post-it en el que ponía:


"Lo siento, me he tenido que ir pronto, 
pero lo pasé muy bien esta noche.
Kaya xxx".

Dougie lo leyó y acto seguido hizo una bolita con el papel y lo tiró al suelo. "No te ralles, Doug. Ahora no necesitas una relación más con la que sufrir, pasa de ella", intentaba darse ánimos y, con estos pensamientos, se marchó a la ducha para aclarar sus ideas. 
Después de media hora bajo el agua humeante, abrió los ojos y salió del agua. Se quedó un rato de pie, en silencio, y pensó qué sería de Lane. Pero decidió quitársela de la cabeza y evitarse cualquier depresión que pudiese venir después. 
La mañana pasó rápida y pronto anocheció de nuevo, era sábado y, por primera vez en mucho tiempo, el que tenía ganas de salir de fiesta era él y, como era algo nuevo en él, decidieron complacer a su amigo y llamaron a las chicas. La única que se negó a ir fue Kaya, pero Dougie decidió no darle importancia: había más chicas en Londres. 
A las diez llegaron a un local nuevo que habían abierto cerca de su casa y empezaron a beber sentados en una mesa mientras charlaban y fumaban. Dougie se ofrecía a ir siempre a buscar las copas y aprovechaba para hablar con la camarera: Linda. Era pelirroja, alta y tenía unas bonitas tetas. Finalmente, después de levantarse por tercera vez, Dougie decidió lanzarse y le dijo al oído para que le escuchara:
-¿A qué hora sales?
Ella sonrió y le contestó:
-Cuando me quieras llevar a tu piso.
Él la miró un momento y le contestó:
-Una ronda más y nos vamos, ¿te parece?
Ella asintió sonriendo y les sirvió una ronda más. Dougie volvió a la mesa con las copas en la mano y una sonrisa de triunfo en la cara. Danny le miró y le dijo:
-¿Qué?¿Has ligado?
Dougie asintió y miró a Linda, aprovechando que ésta estaba distraída atendiendo a otros clientes.
-¿Ves a esa camarera pelirroja de ahí?
Danny asintió.
-Pues ahora me la voy a llevar a casa, ¿qué te parece?- dijo dándole un codazo a su amigo.
-JA JA JA ¡Toma ya! ¡Choca esos cinco, tío!
Dougie chocó los cinco con su amigo y se levantó diciendo:
-Deséame suerte.
-JA, creo que a estas alturas no la necesitas...
Y se acercó a la barra, seguido por las atónitas miradas de sus amigos, que observaban a Doug marcharse cogiendo por la cintura a la bella camarera.
Doug sacó un cigarro de la cajetilla y le ofreció a la chica.
-No prefiero que me des del tuyo- replicó sonriendo.
Él asintió y le dio una calada y, justo cuando se lo iba a dar a Linda, ésta se acercó a él y le besó. Estuvieron así un rato y cuando se separaron él dijo:
-Me gusta tu manera de fumar.
Ella se rió y fueron hablando hasta que llegaron a la casa de Dougie.
-Aquí es- dijo mientras abría la puerta y la cerraba tras ella-. ¿Quieres beber algo?
-Un vaso de agua está bien, gracias.
Él le quitó la chaqueta, la dejó en la entrada y le indicó el camino al salón.
-Espérame ahí, ahora te lo llevo.
Dougie fue a la cocina y cogió un vaso con agua para su acompañante, que le esperaba sentada en el sofá. Él se sentó muy cerca de ella y dejó los vasos en la mesilla. Ella sonrió y se inclinó para coger su vaso, de manera que pudo entrever sus pechos por debajo de la escotada camiseta de la chica. Linda sabía que le estaba mirando sus pecosos y blanquecinos senos, pero no le importó. Se irguió otra vez y se acercó un poco más a él, mientras posaba su mano en el muslo de éste. Él le miraba las piernas: llevaba una minifalda y estaba sentada con las piernas abiertas, no llevaba medias y su mano, posada en la pierna de la chica, ardía de deseos de tocar más arriba, por lo que, sutilmente, la acercó un poco más al borde de la falda de la chica, que hizo lo mismo y se acercó a su oído para decirle:
-No llevo nada...
Entonces, él, flameante en deseos de posarse sobre su piel desnuda y sentirla junto a la suya, la tumbó en el sofá e introdujo uno de sus dedos dentro de ella, que le cogía fuertemente y comenzaba a arder cada vez más y dejaba escapar unos gemidos en su oreja, poniéndole los pelos de punta. Bruscamente, le sentó en el sofá y le quitó los pantalones, introduciéndose su verga en la boca. Él la empujaba suavemente contra sí y, cerrando los ojos, gemía de placer y la sentaba en su regazo, mientras se deshacían de sus camisetas y sus turgentes y suaves senos quedaban al descubierto, por fin, y él los introducía en su boca uno a uno, mientras mordía sus erizados pezones. Entonces, ella, se introdujo el miembro de su compañero y poco a poco cabalgó sobre su cuerpo, cual caballo salvaje en libertad. Sus senos se balanceaban al ritmo de sus movimientos y Dougie la apretaba cada vez con más fuerza junto a su cuerpo. Sus  torsos ardientes y sudorosos irradiaban pasión por los poros y sus ganas de arder en llamas juntos hicieron de esa noche una noche interminable.